Tomar vacaciones podría prolongar la vida. Esa es la conclusión de un estudio de 40 años presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología.

“No debemos pensar que un estilo de vida saludable compensará por mucho trabajo y falta de vacaciones – señala Timo Strandberg, coautor del estudio –. Las vacaciones pueden ser una buena forma de aliviar el estrés”.

El estudio incluyó 1.222 ejecutivos varones de mediana edad y un seguimiento de 40 años (hasta 2014) y datos de referencia sobre las cantidades de horas de trabajo, sueño y vacaciones. Los investigadores descubrieron que las vacaciones más cortas se asociaron con un porcentaje mayor de muertes. Los hombres que tomaron tres semanas o menos de vacaciones anuales tuvieron un 37% más de probabilidades de morir que aquellos que tomaron más de tres semanas.

“El daño causado por el estilo de vida intensivo se concentró en un subgrupo de hombres con vacaciones anuales más cortas – concluye Strandberg –. En nuestro estudio, los hombres con vacaciones más cortas trabajaban más y dormían menos que los que tomaban vacaciones más largas. Paradójicamente este grupo pertenecía al grupo en el que se había realizado algún tipo de intervención, ya sea información médica o tratamiento con fármacos. Creemos que la intervención misma también puede haber tenido un efecto psicológico adverso en estos hombres al agregar estrés a sus vidas. El asesoramiento sobre el estilo de vida debe combinarse sabiamente con el tratamiento farmacológico moderno para prevenir eventos cardiovasculares en individuos de alto riesgo”.

Juan Scaliter