Cada cierto tiempo aparece alguna foto de la Luna o de Marte, en la que se cree ver una cara, una figura humana y hasta pirámides. Aunque se trata únicamente de ilusiones ópticas.
Lo curioso es que la Luna si está llena de cosas. Objetos de lo más variado que las distintas misiones se han dejado allí; desde material tecnológico abandonado, hasta recuerdos curiosos e incluso desechos orgánicos. ¿La causa? En la mayoría de las ocasiones se debe a que los atronautas han tenido que recoger muestras para traerlas a la Tierra y, para compensar el peso, han tenido que deshacerse de todo aquello que no era útil para su regreso.
La lista completa de objetos abandonados en nuestro satélite es bastante extensa, pero en esta galería te mostramos algunos de los más curiosos.
En 1971, el astronauta Alan Shepard se convirtió en el primer hombre en jugar al golf en el espacio. Los palos se los trajo de vuelva a casa, pero se dejó allí las tres pelotas que usó.
En 1969, el astronauta David Scott quiso realizar el experimento de Galileo en la Luna para demostrar que, en asusencia de gravedad, dos cuerpos caen a la misma velocidad pese a su diferencia de masa. Para ello, dejó caer a la vez una pluma de halcón y un martillo. Ambos se quedaron en la superficie lunar.
Entre ellos, tres del tipo Lunar Rover (el modelo que aparece en la foto), y dos vehículos soviéticos (el Lunojod 1 y el 2).
Varias bolsas con restos de orina y heces humanas fueron abandonadas en la Luna, para hacer sitio a las muestras lunares que los astronautas tenían que traer de regreso a nuestro planeta.
Fueron depositados sobre la superficie lunar entre los años 1969 y 1971, como parta de un experimento para medir con precisión la distancia a la que se encuentra la Luna de nuestro planeta.
El que empleó David Scott en el experimento que ya hemos comentado
En 1972, el astronauta Charlie Duke dejó allí una foto suya con su esposa Patty y sus dos hijos.
En 1971 se depositó sobre la superficie lunar una placa de aluminio fabricada por el escultor Paul Van Hoeydonck, en la que se habían grabado los nombres de los astronautas rusos y americanos fallecidos hasta aquella fecha en la carrera espacial. Junto a la placa, el artista también fabricó una pequeña figura que representaba la imagen de un cosmonauta muerto.