Si te fijas bien en la entrepierna de una muñeca Barbie, en realidad su vagina no se ve. Lleva una especie de braguita tatuada (ni siquiera tanga) muy acorde con la sociedad en la que ha sido gestada y adorada; la estadounidense. Sin embargo, miles de mujeres en el mundo desean convertir su vagina en una simétrica, lisa y juvenil, como la de la rubia más influyente del mundo. De hecho, el doctor Red Alinsod, cirujano estético de Laguna Beach, California, llama “hacer una Barbie” a una extirpación casi total de los labios menores para que encajen con los mayores, sin ninguna protuberancia. Una intervención que ya en 2007 el Colegio de Obstetricia y Ginecología estadounidense aseguró que no estaba indicada médicamente, pues su seguridad y eficacia no estaban documentadas. En 2009, un estudio de la Escuela Universitaria de Londres incluso advertía de pérdidas de sensibilidad en la zona.
Genitales a la carta
En nuestro país, no se hacen “Barbies”. Las clínicas de cirugía estética hablan de labioplastia, que consiste en el “recorte” de los labios menores y eliminación de posibles protuberancias; estrechamiento del conducto vaginal ensanchado por la edad y los partos, y reconstrucción del himen. Y en el campo de la medicina estética, el llamado “diseño vaginal” también realiza relleno de los labios menores con ácido hialurónico, liposucciones en el monte de Venus y blanqueamiento de la zona vaginal.
El doctor Óscar Junco –de Doctor Junco, Cirugía Plástica y Estética– realiza estas intervenciones con láser, lo que permite una recuperación mucho más rápida en una zona tan vascularizada como esta: “Lo que más nos piden es el ‘recorte’ de los labios menores, que a veces protruyen. Al quitar este sobrante, además de la mejora estética también se producen mejoras funcionales, como relaciones sexuales más satisfactorias, la posibilidad de usar ropa ajustada y evitar infecciones recurrentes que a veces se producen en esta zona cuando hay exceso de tejido”.
Sin embargo, según la doctora Petra Vega, de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME): “Debemos tener mucho cuidado con el rejuvenecimiento vaginal, ya que se trata de una zona con gran sensibilidad y en la que desembocan órganos como la uretra, cuya funcionalidad no debe ser puesta en peligro por razones estéticas”.
Y es que, según un estudio publicado por el British Journal of Obstetrics and Ginecology, la mayoría de las mujeres que se realizan una labioplastia lo hacen por razones estéticas. De hecho, de las incluidas en este estudio, la mayoría tenía labios en un rango normal, en torno a los 50 milímetros.
Sea como fuere, los datos indican que este tipo de intervenciones no para de aumentar. Según la Sociedad de Cirugía Estética estadounidense, en 2013 se produjo un incremento de nada menos que el 44% de rejuvenecimientos vaginales en este país. Y en España, según datos del SEME, aunque el rejuvenecimiento vaginal solo supuso el 5 por ciento de las intervenciones realizadas en medicina estética en 2013; esto implica un incremento del 50% respecto a 2012.
Miguel Chamorro, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE), asegura: “El objetivo de la mayoría de los pacientes que acuden a nosotros es parecer más jóvenes y bellos; y ahora, sus partes más íntimas también forman parte del ideal de belleza”.
Otra estrella de la llamada ginecoestética es el denominado G-shock, que consiste en inyectar ácido hialurónico en el punto G, para incrementar la sensibilidad en la zona y, con ella, la satisfacción sexual de la mujer.
Pero no solo las chicas se retocan los “bajos”.
‘Geeks’ siempre jóvenes
“Lo último para ellos es hacerse una liposucción del monte de Venus, que produce un efecto visual de alargamiento del pene; el engrosamiento del miembro viril con grasa extraída de otras zonas, y el blanqueamiento de los genitales, cuyo oscurecimiento antes tapaba el vello”, dice la doctora Vega.
También, según la revista Slate, en Silicon Valley se ha registrado un sospecho aumento de las cirugías de estiramiento de cuello en hombres. ¿La razón? El aumento del tiempo que pasan con el cuello encogido mirando la pantalla del smartphone o la tableta, lo que conlleva un aumento de las arrugas en esa zona. De hecho, los cirujanos estadounidenses han bautizado a este fenómeno como Teckneck (algo así como “cuello tecnológico”). Para solucionar este problema, los expertos recomiendan un lifting en la zona. Sin cirugía, lo último es el uso de hilos que se infiltran bajo la piel y crean un andamiaje que estira la epidermis.
Y es que Silicon Valley, además de meca tecnológica, también lo es estética. Las empresas ubicadas en este valle tienen a la juventud como un requisito casi indispensable en el triunfo laboral, lo que lleva a hombres que rondan la cuarentena a luchar contra el envejecimiento a base de lifting de rostro, cirugía de párpados y aumento de pómulos y mentón, lo que les hace parecer más rudos. Algo que, en algunos casos, podría ser tachado de distorsión de la realidad, e incluso locura.
No todo vale
“Te traen una foto retocada por ordenador con los ojos de Obama y se creen que tú puedes conseguir el mismo resultado con cirugía, sea como sea. Sin embargo, nuestra labor es informar al paciente sobre los riesgos y las expectativas reales de una intervención, y a menudo se nos escapan algunos rasgos psicopatológicos que necesitarían de otro tipo de profesional. Seguramente, muchas veces las intervenciones de cirugía estética deberían estar acompañadas de un análisis psicológico. Pero esto supondría incrementar el precio, y algunos pacientes lo tomarían como un ataque. Así que no nos queda más que apelar al sentido común de los pacientes”, termina Chamorro.
Algunos datos
– 5070 rejuvenecimientos vaginales se hicieron en EEUU durante 2013. Un 44% más que en 2012.
– 12,3% de las operaciones de cirugía estética son en hombres. El engrosamiento de pene es la de cirugía íntima más demandada por ellos.
– 50% es el porcentaje de crecimiento de la llamada estética vaginal en España en 2013.
– 5% de las intervenciones de estética en España son de cirugía íntima o ginecoestética.