Los seriales clásicos se adaptan a los nuevos tiempos. Y Star Trek es uno de ellos. Esta mítica serie de ciencia ficción siempre se caracterizó por romper moldes, y ya en 1968 mostró por primera vez en la historia de la televisión americana, el primer beso interracial.
Ahora, sus responsables han anunciado que en el nuevo filme de la saga, Star Trek Beyond, se descubrirá que uno de los personajes es gay. Se trata de Hikaru Sulu, el piloto de la nave Enterpirse, quien en la serie original estaba encarnado por George Takei, y al que en las nuevas aventuras encarna John Cho. Según hemos sabido, en el filme podremos ver al personaje acompañado por su pareja masculina, con quien ha adoptado una niña.
Evidentemente, el cine se va normalizando en cuanto a mostrar personajes homosexuales en pantalla. Aunque el camino para llegar hasta aquí no ha sido sencillo. En los años del cine clásico, guionistas y directores tenían que recurrir a todo tipo de artimañas para encubrir cualquier alusión a la homosexualidad.
En la galería que viene a continuación os mostramos cuatro escenas de célebres y grandes películas, en los que se hace alusión a ese tema, aunque de manera velada para poder sortear a la censura.
Del trasfondo gay de este clásico de William Wyler se ha hablado mucho. Especialmente de la atracción homosexual latente que existe entre el protagonista y Mesala.
Pero más evidente aún, es la que experimenta el personaje de Quinto Arrio (Jack Hawkins) hacia el de Ben Hur. Las miradas que le dirige cuando está de galeote en las galeras son del todo elocuentes.
Justo antes de la batalla contra los piratas, Arrio ordena que liberen a Ben Hur de sus grilletes, lo que le salvará de morir ahogado. El romano justifica su acción debido a la fascinación que le produce ese preso. Pero Gore Vidal, uno de los guionistas del filme, asegura que su intención al escribirlo era dejar claro que sentía un interés erótico por él.
En este genial western de Howard Hawks, los dos jóvenes pistoleros que interpretan John Ireland y Montgomery Clift, intercambian sus revólveres al conocerse. E incluso los acarician. según el guionista Borden Chase, fue el modo de transmitir la velada atracción que existía latente entre ambos.
En la legendaria película de Josef von Sternberg, Marlene Dietrich es una cantante que actúa en un cabaret del norte de África. La artista protagoniza un número vestida de hombre, y solo interrumpe su canción para besar a una mujer que está sentada entre el público (a partir del minuto 2,55).
La gran película de Stanley Kubrick está repleta de escenas memorables. Una de ellas es esta, en la que el personaje de Craso (el patricio que interpreta Lawrence Olivier), trata de seducir a su esclavo Antonino (encarnado por Tony Curtis).
Ambos mantienen un ambiguo diálogo, en el que Olivier le pregunta a Curtis si prefiere las ostras a los caracoles, y le insta a disfrutar de ambos, porque así su vida será más placentera.