Hay historias que resultan conmovedoras. Los hombres que vemos en estas fotos de Kelly Kline, una reportera gráfica de Atlanta, son reclusos de la prisión del condado de Fulton. Y todos ellos han adoptado a perros que habían sido abandonados, y cuyo destino era ser sacrificados en la perrera municipal.
Evidentemente, los presos han salvado la vida de estos animales. Pero, consideran que sus mascotas también han salvado las suyas propias ya que, gracias a su compañía, han encontrado un estímulo apra hacer frente a la dura vida de la prisión, y para plantearse aún más el tratar de iniciar una nueva vida cuando recuperen la libertad.
Fotos: Cortesía de Kelly Kline.