Nuestro cerebro está tan acostumbrado a ver caras que usualmente detectamos los rasgos faciales allí donde no los hay, como en las piedras, las nubes, una mancha en la pared o como en estas fotos en fachadas de las casas. Este fenómeno se conoce muy bien en la Psicología y recibe el nombre de pareidolia.
Obviamente, todas las personas no tenemos la misma habilidad para distinguir rostros de patrones aparentemente inconexos.
El astrónomo Carl Sagan proclamó que existe la tendencia humana al considerar que ver caras en tortillas, nubes, bollos de canela, y objetos similares es un rasgo evolutivo.
Carl Sagan escribió: «Tan pronto como los niños pueden ver, reconocen las caras, y ahora sabemos que ésta es una habilidad altamente incrustada en nuestros cerebros».
Los ojos azules y la boca abierta en esta fachada de una casa e nla ciudad de Nuremberg, Baviera, Alemania.
Esta casa moderna en Alemania parece sonreir de forma siniestra.
Mirada infantil en el exterior de un templo en Goa, India
Este viejo edificio de la ciudad de Venecia, Italia, parece la cara de un vigilante que bosteza. Dos pájaros posados en las ventanas son la pupila de unos ojos que observan.
Amplia sonrisa y ojos pequeños en esta fachada de una casa china.
Este grabado en una fachada parece tener cara de pocos amigos.
A punto de cerrar los ojos-ventanas en esta casa de ladrillo.
Esta carita parece gritar para que nadie suba la escalera.
La mesa y las salidas de humo de este restaurante en Vancouver, Canada forman esta cara de personaje de comic.
Con la cara de un guerrero metálico del futuro aparecen estas ventanas en un edificio circular en el condado de Lancaster, Pensilvania, Estados UNidos.
Las caritas de estas puertas parecen estar de conversación.