Dick Tracy tenía uno. También el inspector Gadget y James Bond echaron mano a su muñeca en algún momento para consultar en su reloj adónde ir, disparar o tomar fotos de algún documento secreto. Aunque este gadget ha sido durante mucho tiempo solo una realidad en la ficción, parece que será el protagonista de la próxima revolución, tras la de los smartphones. Lo decía Nick Bilton, el redactor jefe de tecnología de The New York Times en su columna Bits, donde anunciaba en febrero: “El reloj inteligente se hará pronto realidad, en la forma de un dispositivo de cristal curvado hecho por Apple”.
Según Bilton, en las oficinas centrales de los de la manzana, en Cupertino, están trabajando en la creación de un dispositivo a modo de reloj que se adapta a la curvatura de la muñeca de su usuario y que funcionará con su sistema operativo.
Como siempre sucede con estos rumores, Apple declina cualquier declaración al respecto, mientras los blogs de tecnología más influyentes del mundo hacen apuestas sobre su aspecto, si tendrá Siri, si dispondrá de las mismas funciones que un teléfono inteligente o si, por el contrario, se tratará más bien de una propuesta de la manzana al mercado emergente de dispositivos que monitorizan nuestra salud a diario.
Lo que parece claro es que hay muchos indicios en los últimos tiempos que indican que su llegada está cerca.
¿Qué gadget me pongo?
Por una parte, el fabricante del Gorilla Glass, el cristal ultrarresistente que incorporan ya 975 modelos de móviles (los últimos HTC y los Nokia Lumia entre ellos), anunciaba hace poco que estaban trabajando en un nuevo cristal, el Willow Glass, fino y con el vidrio más flexible de la última década. De hecho, según declaraciones de su jefe de tecnología a The New York Times: “Con este material se podría hacer perfectamente un dispositivo cilíndrico que podría ponerse alguien en la muñeca”. Y es que, si en algo coinciden todos los expertos, es que la tecnología para llevar puesta (wearable technology) es el futuro ya a medio plazo.
“Creemos que la tecnología de consumo está evolucionando hacía dispositivos para llevar, como relojes y gafas, con los que hacer cosas tan simples como llamar, enviar y recibir mensajes, búsquedas rápidas y navegación”, asegura la auditora estadounidense Piper Jaffray en su último informe.
De hecho, en las últimas ediciones de las ferias tecnológicas más importantes, sobre todo en el CES de las Vegas y el más reciente World Mobile Congress de Barcelona, ya se han visto varios de estos dispositivos en acción.
La tecnología de consumo está evolucionando hacía dispositivos para llevar, como relojes y gafas
El Pebble, uno de los pioneros, alcanzó el record de financiación en Kickstarter (la web de crowdfunding más famosa). Necesitaban 100.000 dólares y obtuvieron 10 millones. Con todo ese dineral, sus creadores han hecho mejoras sobre el modelo original, siguiendo las sugerencias de los usuarios, y al fin saldrá a la venta esta primavera.
En general, son dispositivos que permiten interactuar con nuestro teléfono móvil a distancia (hablar, leer mensajes, etc.), pero para algunos, como el propio Pebble, se están desarrollando aplicaciones específicas. Y en el caso de Apple, todos esperamos que ofrezca algo especial, como ya ha hecho otras veces. Pero ¿qué tendría que tener este nuevo dispositivo para marcar la diferencia?
Discreto y funcional
En primer lugar, como indicaba Mark Rolston, Director Creativo de Frog, una de las empresas punteras en diseño industrial de tecnología, a la revista Fast Company: “Pienso que la premisa fundamental de cualquier dispositivo de este tipo es que forme parte de nuestra vida, pero sin interrumpirla”. Para ello, Rolston propone que su hardware pase lo más inadvertido posible, y en cuanto al software: “Tendrá que entendernos sin hablarle, con solo un gesto o un guiño. Y tendrá que ser capaz de envolvernos la información de manera que la podamos consumir con el menor esfuerzo cognitivo posible”, apunta.
También se espera que tenga una batería de lo más duradera. Incluso se ha especulado con que será solar, pues parece que Apple ha patentado una recientemente.
Por último, tendrá que cubrir alguna necesidad que no satisfaga nuestro teléfono móvil. Y aquí es donde entra en juego la parte de medición de constantes vitales, presión sanguínea y de azúcar en sangre tan en boga últimamente. Algo que un dispositivo pegado a la piel mide mejor que nadie. Aunque cualquier aplicación desarrollada para este formato tendrá que estarlo pensando en solucionar cualquier cosa con un solo gesto.
En el futuro habrá gafas de sol y sombreros que podrán darnos ‘poderes’ para, por ejemplo, hablar varios idiomas
Además, hablando con Michael Freedman, investigador de Microsoft, sobre cómo serán los gadgets en los próximos quinceaños, aseguraba: “Los dispositivos del futuro serán pequeños y estarán conectados al cerebro. En especial, habrá gafas de sol y sombreros que podrán darnos “poderes” para, por ejemplo, hablar varios idiomas”. Ya veremos.