Jordi Ojeda, (Barcelona, 1966) es doctor ingeniero industrial, actualmente profesor de la Universidad de Barcelona. Ha comisariado exposiciones en el Salón Internacional del Cómic de Barcelona y en el Sitges-Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya. Acaba de publicar su libro Robots de cine, de María a Alita. Y él fue quien eligió que en la cubierta hubiera una representación de mujeres artificiales, grandes protagonistas del cine de robots. Nos encontramos con Jordi durante un homenaje a Blade Runner en la Noche negra de Avilés y la conversación gira entorno a ellas, las criaturas artificiales femeninas en la historia del cine de ciencia ficción.
¿Hay alguna robot en el cine de ciencia ficción descrito por una mujer?
Curiosamente, la primera película en la que aparece un robot el guión es de una mujer, Thea von Harbou. Es una adaptación de su propia novela. Se trata de una ginoide, o mejor dicho, una geminoide: María, protagonista de la película muda alemana Metrópolis, de 1927, dirigida por Fritz Lang. Fue la primera aparición de un robot en el cine.
¿Por qué la llamas geminoide?
Significa que es una réplica de otra persona, y ginoide es mi propuesta de llamar a las robots con aspecto femenino, copia exacta de una mujer, ya que androide hace referencia a masculino.
¿Thea von Harbou llamó a su criatura Robot?
Aunque en la novela Metrópolis de Thea, publicada dos años antes de la película, no aparece la palabra «robot», en el guion sí que se utiliza, y, de hecho, en los créditos se hace referencia al robot de María como The Robot.
¿Qué fue de Thea, por qué está olvidada?
Este año se celebran los 90 años de una película pionera en la ciencia ficción: «La mujer en la luna», basada también en una novela suya. Pero lo que ocurrió fue que Thea apoyó abiertamente el nazismo. Y tras la guerra, fue invisibilizada. Pese a todo, hay que decir que Metrópolis es un guión brillante, es de una extrema modernidad.
¿Y cómo era María, la Robot?
Su robot es hoy el icono de los robots en el cine. Su papel era meter cizaña entre los trabajadores para que se pelearan entre ellos y no contra los dueños de la fábrica. María es un instrumento de un científico loco (Thea también es pionera en el desarrollo de este personaje que ha dado mucho juego en la ciencia ficción, el «Bad doctor»). Y María, la robot y la real, son las protagonistas de la película hasta el final. La María real es la libertadora.
Y, después de María… ¿Hay otras ginoides en el cine pensadas por mujeres?
A excepción de María, no hay un solo robot en el cine creado por una mujer. No puedo poner la mano en el fuego, pero si la hubiera sería algo muy excepcional
¿Podríamos decir que la robot femenina es una idealización de hombres?
Sí, la criatura artificial del cine ha sido creada por hombres
«En la adaptación de 2009 de las mujeres de Stepford, hay una mejora tecnológica, un mando a distancia con el que puedes manejarlas»
Y ¿cómo es esa mujer artificial en el cine?
Si hablamos de robots, seres artificiales, estructuras mecánicas tenemos que saltar a los años 70. Entonces aparece una película basada en la novela de Ira Levin (1929-2007), Las mujeres perfectas (The Stepford Wives, 1972), que fue adaptada en dos ocasiones al cine: en 1975, protagonizada por Katharine Ross, y en 2004 por Nicole Kidman. La película cuenta cómo una pareja llega a una urbanización y empieza a ver que todas las mujeres son dulces, encantadoras, cuidan la casa, son buenas cocineras, buenas amantes, no crean conflicto, cuidan los hijos… Son perfectas. Y la cuestión es que todas son robots. La propuesta es la de cambiar a tu mujer por una máquina ideal, por una artificial igual a ella pero dócil y sumisa.
En la adaptación de 2009 las cosas mejoran con un mando a distancia, esto aparece como una ventaja tecnológica del futuro. Le puedes decir: ven, quédate quieta, quédate muda, baja el sonido… Rachael, de Blade Runner, también cumple con ese papel de dulce, ingenua… Es una replicante de última generación con la ingenuidad de una niña.
¿Y tras la mujer sumisa, llega la robot sexual?
Hay muchas películas en las que las ginoides tienen el componente de compañera sexual. En algunos casos es el argumento principal y en otros son personajes secundarios. Hay una película emblemática de los años 80, Cherry 2000. Entonces estaban de moda las pelis de acción en escenarios apocalípticos, y en las que la protagonista es una mujer, en este caso Melanie Griffith. La película va de que hay un personaje que tiene una robot sexual, peo se le funde la tarjeta de memoria, y cuando intenta cambiarlo le dicen que ya no hay recambio, que tiene que coger un modelo nuevo. Pero él quiere la suya. Así que contrata a Melanie para que lo recupere. Toda la película es un conflicto, acción, gente matándose entre sí, pero el objetivo es recuperar un chip para que este señor siga tirándose a la robot.
¿La serie WestWorld es el máximo exponente de robots para el placer?
Westworld es una película de 1973, con una secuela en 1976, y la serie nueva de 2016 es una adaptación de la película original. La base de la serie de hoy es esa película que se tituló Armas de metal. Supuso un impacto brutal desde un punto de vista moral. La idea son personas que se van a un parque de atracciones de robots donde está permitido hacer con ellos todo lo que no puedes hacer fuera. Y ¿qué es lo que no puedes hacer fuera? Pues matar, violar, maltratar… En el salón, estás con una chica, si la llevas a la habitación, la violas y la matas, pues no pasa nada porque es un robot. A mí me pareció la degeneración de la sociedad moderna. Somos civilizados, pero debajo hay redes de prostitución donde se puede ir más allá. Que el guión se base en violar mujeres y matarlas… pues habría que darle una vuelta a esto.
En Blade Runner está Pris, que es una replicante creada para dar placer…
A mí me parece que Rittley Scott busca todo el rato confundir al espectador. Todo el rato te hace dudar si Pris es un robot o es de carne y hueso. El conflicto moral es saber dónde está el límite, donde está la frontera, si tendrías sexo con un robot…
En esta película matan a las dos replicantes.
Yo lo veo como violencia contra el diferente, que es además más fuerte que tú. Hay una película que quizá es el detonante de esta violencia contra las mujeres en el cine, Mad Max. Hay una escena salvaje en la que matan a la mujer del protagonista. Con Mad Max se inicia una oleada de violencia en la que aparecen violaciones, maltrato y acaban matando salvajemente a una mujer.
¿La escena en la que Dekar, el blade runner, mata a una replicante que corre desnuda por Los Angeles tiene ese trasfondo?
Esta replicante es una striper, y esto es una excusa del guión para cosificarla, para que corra desnuda por Los Ángeles, para después ser tiroteada y abandonada como un objeto.
¿Y qué hay de la robot o la IA de la que te enamoras?
La discusión sobre las voces femeninas en la IA es que como son asistentes, tienen que ser serviciales. En Her el sistema operativo es dulce, sensual… Hay una escena demoledora que es cuando él le dice: “Estoy enamorado de ti”, y ella responde: “Yo también de ti, y de los otros 6.237 señores que también me han comprado”. Vamos hacia la personalización de los productos. Compramos un coche, un móvil… una lámpara, y queremos que la nuestra sea única. Si tienes un objeto que es tu pareja, un robot, pues quieres que sea única para ti.
«La voz de Hal iba a ser la de una mujer. Pero Kubrick decidió sustituirla por la de un actor que ponía la voz en off a un documental de la NASA»
¿Y no hay voces de mujer para robots malignos?
Tengo que decirte que la voz de Hal, en 2001: Una odisea en el espacio iba a ser la de una mujer, la actriz Stefanie Powers. La película ya estaba rodada y la estaban montando. En ese momento Stanley Kubrick descubrió un documental, Universe (1960), de la NASA. El narrador era un actor canadiense, Douglas Rain. Kubrick vio el documental 92 veces seguidas, y dijo: esto es lo que yo quiero. Le contrató y grabó de nuevo todas las intervenciones de Hal con la voz masculina.
Elige la robot de cine que más te haya impresionado o te parezcan mejor desarrollada.
María de Metrópolis, y mi escena favorita es cuando está en la camilla y ves cómo se lleva a cabo la copia de la humana. Tras un scanner 3D el robot pasa de ser mecánico a ser de carne y hueso con una piel sintética… No olvides que estamos hablando de los años 20. Una escena así, tan potente, no la ha habido después en el cine.
Y qué nos queda por venir, ¿algún guión de película con robots escrito por una mujer?
Vaya… No, no… no parece.