La obra de teatro La chica que soñaba, se estrena el 5 de marzo en el centro Conde Duque de Madrid con TEO, el robot español más avanzado, como protagonista.
Hace más de cinco años que el RoboticsLab de la Universidad Carlos III de Madrid se emplea a fondo para hacer del robot TEO una de las plataformas robóticas más avanzadas del mundo. TEO juega en primera línea internacional en investigación. Han conseguido que planche, que se comunique con el lenguaje de signos, y numerosos equipos de investigación trabajan con él en el desarrollo de proyectos avanzados. Sin embargo, la razón por la que desde hace unos días TEO aparece en los luminosos de la plaza de Callao, en Madrid, no tiene nada que ver con su interés investigador. La razón es que un clon de TEO, más versátil en movimiento, pero a su imagen y semejanza, es el protagonista de una obra de teatro que se estrena el 5 de marzo (hasta el 15) en Madrid, en el centro Conde Duque. La obra se llama La chica que soñaba., y esa chica que inspira la obra es Concha Monje, investigadora del RoboticsLab, una de las ingenieras más prestigiosas de nuestro país, una crack internacional que habla de su trabajo en robótica con suma pasión.
Un proyecto transformador
La obra de teatro, La chica que soñaba, es un trabajo de Cross Border, una compañía que va más allá del montaje teatral. En sus objetivos está la transformación social. Y, en este caso, la transformación que buscan es que las chicas, todas las chicas, tengan espacio para soñar en lo que les de la gana, también carreras tecnológicas y, por supuesto, en hacer robots.
Así que el robot TEO es una metáfora del sueño de Concha Monje, que no solo soñó con dedicarse a una carrera tecnológica, sino que ni siquiera se planteó que eso no era cosa de chicas.
La directora de Cross Border, Lucía Miranda, entrevistó a profesoras e ingenieras de la Universidad Carlos III y a otras mujeres que ejercen carreras históricamente masculinizadas: CEO, conductora de rally, soldadora, disc-jockey y policía. Con el resultado de esas entrevistas creó La chica que soñaba, que, además de una representación teatral, abre un foro de debate sobre la gigantesca brecha hombre/mujer que existe aún hoy en la elección de carreras tecnológicas.
“Desde muy pequeña me han atraído los ordenadores, los videojuegos, la electrónica… Nunca he soñado con TEO. En algún momento sí he soñado con la impresora 3D construyendo, ella sola, creando como loca… pero lo que sí aparece mucho en mis sueños son las ecuaciones sobre papel, el desarrollo matemático del prototipo que después se hace realidad…”, así explicaba Concha Monje a Quo.es el contenido de sus sueños. Y, sobre La chica que soñaba, añade: “Me encanta ver a TEO en los luminosos de Madrid. Y me parece imprescindible colaborar para que cualquier chica del mundo sienta que una carrera tecnológica también es para ella”.