En el este de Marruecos se encuentra uno de los lugares más peligrosos en el pasado de la Tierra. ¿La razón? La increíble abundancia de dinosaurios carnívoros de gran tamaño, según afirma un estudio, publicado en ZooKeys, del registro fósil.
De acuerdo con los autores, liderados por el paleontólogo Nizar Ibrahim, de la Universidad de Detroit Mercy, esta prevalencia, en contraste con la relativa escasez de restos de herbívoros, constituye un sesgo hacia los carnívoros gigantes que no se pueden encontrar en ningún ecosistema terrestre moderno comparable.
«Este fue posiblemente el lugar más peligroso en la historia del planeta Tierra, un lugar donde un viajero humano en el tiempo no duraría mucho”, afirma Ibrahim en un comunicado.
Para llegar a esta conclusión, los autores analizaron la abundancia de evidencia fósil proveniente de la zona conocida como lecho del Kem Kem, un depósito rico en fósiles situados cerca de la frontera marroquí-argelina y que datan del período cretácico.
En ella se encuentra una gran variedad de dinosaurios y pterosaurios, además de antiguos cocodriliformes, tortugas y restos de peces.
Quizás la característica más notable del paleoecosistema Kem Kem es lo que desde entonces se conoce como ‘acertijo de Stromer’: la sobreabundancia de dinosaurios depredadores versus herbívoros. Un ejemplo es la presencia de cuatro tipos diferentes de terópodos: los abelisáuridos (que medían hasta 9 metros), los Spinosaurus aegyptiacus (hasta 18 metros de largo), Carcharodontosaurus saharicus (Reptil diente de tiburón del sahara, hasta 14 metros de largo) y Deltadromeus agilis (una bestia del tamaño de un T.rex.). En otras formaciones solo se hallaron uno o dos tipos de depreadores como estos, pero no cuatro.
“Además de la sobreabundancia de depredadores de gran tamaño – explican los autores en el estudio –, al menos tres de los cuatro se encuentran entre los depredadores más grandes conocidos hasta la fecha”.
En este ecosistema no existía una abundancia, ni en número ni en especies, de herbívoros de gran tamaño, sin embargo no había falta de alimento. En aquellos tiempos, unos 100 millones de años atrás, el área se hallaba en un vasto sistema fluvial, con enormes peces como los celacantos gigantes (hasta 3,5 metros de largo).