Investigadores de la Universidad de Wuhan han diseñado un motor de propulsión que funciona con aire y electricidad, y que podría sustituir a los motores convencionales
Los motores de avión actuales son de propulsión a chorro, y utilizan combustibles fósiles como el keroseno para generar un chorro de gas que impulsa al avión.
En este nuevo prototipo de motor los gases contaminantes son sustituidos por plasma, un estado de la materia parecido al gaseoso pero que se da especialmente a muy altas temperaturas, y en el que los átomos se separan en sus partículas elementales. Este estado se encuentra con frecuencia en el universo, por ejemplo, en el interior de las estrellas, donde se dan altísimas temperaturas y presiones.
Aquí en la Tierra el plasma solo se encuentra de forma natural en ciertas capas de la atmósfera, como la ionosfera o la magnetosfera, donde se producen los vientos polares y las auroras boreales. ¿Has comprado una de esas esferas que al tocarlas producen rayos? Pues estás viendo plasma.
Los investigadores del Instituto de Ciencias Tecnológicas de la Universidad de Wuhan en China han comprimido aire a alta presión y lo han ionizado utilizando un microondas. Con esto han conseguido generar un chorro de plasma capaz de levantar una bola de acero de un kilo de peso.
Un modelo de mayores dimensiones podría según los investigadores propulsar un avión de forma eficiente. En el futuro esta sería una alternativa a los combustibles fósiles en la aviación comercial.
El transporte aéreo representa el 2% de todas las emisiones de CO2 según Air Transport Action Group. En palabras de Jau Tang, ingeniero e investigador principal del proyecto de propulsión por plasma, «la motivación de nuestro trabajo es ayudar a resolver los problemas del calentamiento global debido al uso de motores de combustión».
Un sistema de propulsión parecido que utiliza plasma de xenón es el de la sonda espacial Dawn de la NASA, aunque no sería suficientemente potente para usarlo en el transporte aéreo en la atmósfera.
REFERENCIAS