Mientras jugaba con su hijo a hacer pompas de jabón, al investigador japonés Eijiro Miyako se le ocurrió la idea de utilizarlas como solución al problema de la polinización ante la escasez de abejas
Las abejas son las encargadas de polinizar la mayor parte de los cultivos mundiales. Los pesticidas, la pérdida de su hábitat y el cambio climático están haciendo que su población disminuya, provocando así que peligren los cultivos y la provisión de alimentos. Como solución, algunos agricultores polinizan sus flores de forma manual pero es un trabajo demasiado costoso.
El químico japonés Eijiro Miyako lleva años trabajando en una solución que supla la función polinizadora de las abejas. En 2017 adaptó un dron de juguete para polinizar las flores. Le colocó en la parte inferior pelos de caballo recubiertos de gel. Cuando el dron pasase por encima de la flores, el polen se adheriría al gel y lo podrían depositar en otras flores. Esta primera idea no tuvo buenos resultados para Miyako, ya que las flores terminaron muy dañadas por las hélices del dron.
Pero este año, el científico japonés ha conseguido perfeccionar esta técnica mientras jugaba con su hijo a hacer pompas de jabón. Miyako le compró a su hijo una pistola de pompas de jabón para que jugasen en el parque. Mientras observaba cómo las burbujas explotaban delicadamente contra la frente de su hijo, se le ocurrió una idea. Las burbujas podrían ser la solución al problema de su primer dron. Para conseguir una aproximación más delicada, el dron podría lanzar pompas de jabón cargadas de polen que se depositasen delicadamente sobre las flores.
Junto con su colega Xi Yang se puso manos a la obra para diseñar el nuevo dron. Primero seleccionaron la sustancia de la que estarían hechas la pompas, eligiendo un tensioactivo (sustancia jabonosa) que tuviera el menor efecto posible sobre la germinación.
Después probaron la técnica con una pistola de pompas de jabón y lograron con éxito polinizar flores de la planta asiática conocida como peral de las arenas, logrando que diera frutos. Posteriormente utilizaron el dron para polinizar flores de lirio falsas. Después de comprobar diferentes velocidades y alturas del dron, se logró polinizar el 90% de las flores.
Una de los utensilios que utilizan los agricultores para polinizar manualmente sus flores son los pinceles con plumas. Las ventajas que ofrece esta nueva polinización con burbujas es que se necesita mucho menos polen para lograr el mismo efecto. Este nuevo mecanismo, por tanto, supondría una ayuda para los trabajadores, pues tendrían que recolectar mucho menos polen. Mientras para polinizar las flores con los pinceles se necesitan 1.800 miligramos de polen por cada flor, con las burbujas se necesitarían sólo 0,06 miligramos.
Henry Williams, robotista de la Universidad de Auckland, también logró en 2018 construir un robot polinizador parecido a un carrito de golf. En este caso se probó en un huerto de kiwis y estaba equipado con un rociador líquido. El principal objetivo era reducir la cantidad de polen utilizado y se consiguó, pues el rociador apunta con más precisión a las flores. Williams afirma que con las burbujas se consigue utilizar aún menos polen que con su robot polinizador de kiwis.
Por su parte, Simon Potts, agroecólogo de la Universidad de Reading, es escéptico con la utilización de robots polinizadores. Teme que los esfuerzos se orienten hacia la construcción de técnicas alternativas a las abejas en vez de métodos que ayuden a la conservación de este insecto. Piensa que el problema se puede solucionar de una manera más sostenible y efectiva.
REFERENCIAS
Materially Engineered Artificial Pollinators