Las series y películas nos han preparado para varios escenarios apocalípticos: zombies, alienígenas, tsnuamis, terremotos…pero ninguno ha previsto que los insumos de papel higiénico desaparecerían durante una pandemia. ¿Quién compra papel higiénico cuando un virus amenaza el planeta?
Un nuevo estudio, publicado en PLOS One, intenta responder a esta pregunta. De acuerdo con los hallazgos realizados por el equipo, liderado por Lisa Garbe, aquellos que tenían más probabilidad acumular papel higiénico a los bestia eran personas más emocionales y las que más le temían a la COVID-19 (al menos más que el resto de la población). El equipo de Garbe encuestó a unos 1.000 voluntarios de 35 países. Así fue como descubrió que también la diligencia o ser muy concienzudo respecto a las compras eran características que se vinculaban a un mayor acopio de papel higiénico.
El estudio también sugiere que las personas mayores tienen un poco más de probabilidades de comprar más rollos y, entre regiones geográficas, los europeos compraban papel higiénico con más frecuencia…aunque los estadounidenses lo hacían a lo bestia, cuando iban a por ello. De hecho, algunos fabricantes europeos señalaron un aumento de hasta un 700 % en las ventas de papel higiénico.
Para consuelo general, no es la primera vez que se ha visto este tipo de conducta. Casi medio siglo atrás, una oleada similar de consumidores provocó que las existencias de papel higiénico de los supermercados se agotaran en todo Estados Unidos. El origen fueron informes sobre la escasez de tejidos en Japón…algo un poco más vinculado al papel higiénico que un virus que no provoca diarrea, pero aún así muy lejano.
«Aunque el almacenamiento como resultado de la amenaza percibida puede ser considerado egoísta por algunos – señalan los autores –, es importante tener en cuenta que no necesariamente reflejaría una falta de conciencia social. Incluso las personas más humildes y conscientes podrían acumular papel higiénico siempre que se sientan suficientemente amenazadas por la pandemia».