Los dos hombres con pantalón enterrados hace 3.000 años en Yanghai (China) tenían aproximadamente 40 años y probablemente habían sido guerreros a caballo, además de pastores, y entrenaban con un juego de pelota
Los pantalones de los dos hombres encontrados en el cementerio de Yanghai, cerca del oasis de Turfan, en el oeste de China, eran de lana, ajustados en las piernas, con bolsillos y cinturón. Tienen 3.000 años de antigüedad y los investigadores consideran que su uso facilitó montar a caballo en las primeras guerras y dio libertad de movimiento a los pastores nómadas a caballo
En algún momento la vestimenta humana cambió la túnica por los pantalones, y estos pudieron ser los primeros. Según los arqueólogos Ulrike Beck y Mayke Wagner, responsables del descubrimiento y miembros del Instituto Arqueológico de Berlín (en la foto superior con su equipo), son prendas hechas a medida, muy probablemente diseñadas para montar a caballo.
Los dos hombres con pantalón enterrados en Yanghai tenían aproximadamente 40 años y probablemente habían sido guerreros además de pastores, dicen los investigadores. Uno de los hombres fue enterrado con una brida de cuero decorada, un bocado de caballo de madera, un hacha de guerra y un brazalete de cuero para proteger el brazo. Entre los objetos colocados con el otro cuerpo había un látigo, una cola de caballo decorada, una funda de arco y un arco.
El paso de la túnica al pantalón
Ya usamos ropa confeccionada hace 40.000 años, cuando compartíamos el mundo con los neandertales, pero es muy difícil hacer un recorrido histórico de la ropa porque se deteriora con facilidad.
En las tumbas M21 y M157 del oasis de Turfan se descubrieron fragmentos de pantalones de lana que han sido datados por radiocarbono en el intervalo de tiempo entre los siglos XIII y X a.C. S
Son sorprendentemente modernos. Se estudió en detalle el corte de ambos pantalones y descubrieron que estaban hechos de tres piezas de tela tejidas de forma independiente, una casi rectangular para cada lado que abarcaba toda la longitud desde la cintura hasta el dobladillo en el tobillo y una entrepierna escalonada en forma de cruz que cubría el espacio entre las dos piezas laterales.
El proceso de confección no implicó cortar la tela: en cambio, las piezas se moldearon en el telar y se moldearon en el tamaño correcto para adaptarse a una persona específica, así que, de algún modo, se hicieron a medida.
Los hilos de las tres telas y los hilos para la costura final coinciden en color y calidad, lo que implica que el tejedor y el sastre eran la misma persona o que ambos cooperaban de manera altamente coordinada.
El diseño de los pantalones de Yanghai con perneras de corte recto y una entrepierna ancha parece ser un antecesor de los pantalones de montar a caballo modernos. En las tumbas había además equipamiento de los caballos y armas como ajuar funerario.
Los investigadores apuntan que los pantalones permitían una equipación adecuada para montar a caballo, y, de ahí, para la guerra y para tener más movilidad.
¿Jugaban a la pelota?
Investigadores de la Universidad de Zurich, junto con investigadores alemanes y chinos, han examinado ahora con más detalle tres bolas de cuero encontradas en las mismas tumbas del antiguo cementerio de Yanghai.
Las bolas, que miden entre 7,4 y 9,2 cm de diámetro, han sido datadas en unos 2.900 a 3.200 años de antigüedad. «Esto hace que estas pelotas sean unos cinco siglos más antiguas que las pelotas antiguas conocidas anteriormente», dice el primer autor Patrick Wertmann del Instituto de Estudios Asiáticos y Orientales de la Universidad de Zurich. Es posible que se usaran, según la hipótesis de los investigadores, como un juego de entrenamiento para la guerra.