Me pregunto qué fue de Kan Aiya. Es la mujer representada en estas ilustraciones. Ella, su generoso pecho marcado por la lesión de un cáncer de mama, la incisión que sangra, y el instrumental que empleó el cirujano japonés que logró realizar la primera cirugía con anestesia de la historia hace más de 200 años en Japón
Kan Aiya tenía entonces 60 años y era la única mujer aún viva de su familia cuando se puso en manos de Hanaoka Seishū. El médico anotó en sus diarios, de un modo preciso, la fórmula de su anestésico y el nombre en caracteres japoneses de la mujer, 藍 屋 勘. Aquello ocurrió en la era Endo, cuando los samuráis, las gheisas y los kimonos de colores definieron Japón para occidente.
El 13 de octubre de 1804 el doctor Hanaoka Seishu realizó una mastectomía parcial por cáncer de mama a Kan Aiya, usando como anestesia general una fórmula que él mismo había desarrollado y a la que llamó tsūsensan.
Seishu experimentaba sus anestésicos con perros y con su mujer, que se quedó ciega por los efectos no esperados de las distintas fórmulas. Seishu también fabricaba su propio instrumental médico, y a veces requería de la experiencia de los herreros tradicionales, los mismos que daban forma a las espadas de los samuráis.
La búsqueda de un anestésico para evitar el dolor se extiende miles de años atrás. Alcohol, cocaína, opio… han sido utilizados por diversas civilizaciones tratando de silenciar el dolor infame de la cirugía. En el siglo XVI los médicos experimentaban con óxido nitroso y el éter, base de la anestesia moderna. Para la historia de la medicina occidental, el fin del dolor llegó más de 40 años después de la operación a Kan Aiya.
La primera anestesia reconocida en occidente fue la utilizada el 16 de octubre de 1846 por William Thomas Green Morton en Boston (Massachusetts). La utilizó en un paciente con un tumor en el cuello. Aunque lo más extraordinario de Morton fue que durante toda su vida quiso obtener rendimiento económico de su descubrimiento y trató de ocultar la sustancia química que empleaba (él la llamaba Letheon para que no se supiese que realmente era éter).
El Dr. Hanaoka se adelantó más de 40 años a Morton. Hanaoka nació el 23 de octubre de 1760, en el pequeño pueblo de Hirayama en Wakayama, Japón. Él era hijo y nieto de médicos y sirvió como aprendiz de su padre hasta los 22 años cuando se marchó a Kyoto para recibir las enseñanzas del Dr. Nangai Yoshimasu, un ilustre conocedor de la medicina china.
Hanoka aprendió los principios básicos de las hierbas utilizadas como medicamento. Este conocimiento contribuyó en gran medida a la futura creación de su potente anestésico que llamó tsusensan.
Pasó incontables horas recolectando y combinando varias hierbas en un intento para encontrar la mezcla adecuada. Los perros le sirvieron como sujetos de prueba, hasta que Hanaoka consideró que su mezcla de siete diferentes hierbas y aceites, estaba lista para el ensayo con humanos.
La esposa del Dr. Hanaoka, Kae, se ofreció como el primer humano sujeto a probar la nueva droga y lo dramático es que tras demasiadas pruebas, Kae se quedó ciega. Los ingredientes activos del Tsusensan proceden principalmente de tres plantas: estramonio, Aconitum carmichaelli, y Angelica dahurica. Poco sabía Hanaoka que estaba mezclando un inhibidor del citocromo P450 y varios anticolinérgicos para crear un potente narcótico capaz de desensibilizar y paralizar temporalmente a un paciente.
En la mañana del 13 de octubre de 1804, Kan Aiya bebió 7 g de tsusensan, y 3 horas más tarde, estaba inconsciente en la mesa de operaciones
La búsqueda de un anestésico seguro continuó hasta que Kan Aiya llegó a su consulta y aceptó la extirpación del tumor de su pecho utilizando el preparado anestésico. En la mañana del 13 de octubre de 1804, Kan Aiya bebió 7 g de tsusensan, y 3 horas más tarde, estaba inconsciente en la mesa de operaciones.
Hanaoka describió el procedimiento en uno de sus muchos manuscritos, titulado Nyugan Bensho: «La masa cancerosa se extirpa con un cuchillo curvo modificado por mí, luego la cavidad de la herida se lava con alcohol ardiente para limpiarla y esterilizarla. Se introducen drenajes de hilos de algodón en la cavidad, se cierra la superficie de la herida suturando cuidadosamente y se aplica un ungüento hecho de aceite de coco en la línea de sutura».
Seis horas después de que comenzara la cirugía, Kan Aiya se despertó aturdida mientras el Dr. Hanaoka observaba su recuperación postoperatoria. Hanoka sabía que había hecho historia, y el éxito del médico japonés viajó rápidamente a través del reino.
Sin embargo, la noticia no salió de la isla. El aislamiento reinaba de manera suprema, impidiendo el intercambio de la mayoría de los bienes y la comunicación con el mundo exterior. De hecho, el acto de salir o entrar en el país de Japón se castigaba con la muerte según la ley del sakoku (»país cerrado»). Así pues, este tremendo avance de la medicina, el fin del dolor como se considera en occidente, pasó desapercibido en los círculos médicos europeos y americanos.
El Dr. Hanaoka realizó 156 operaciones de cáncer de mama además de muchos otros procedimientos. La Sociedad Japonesa de Anestesiólogos (JSA) rinde homenaje a través de su emblema, con las letras «JSA» sobre una flor de datura, el principal ingrediente del tsusensan. Además, el Colegio Internacional de Cirujanos incorporó al Dr. Hanaoka a su Salón de la Fama en 1954. Aunque su trabajo no penetró en el campo de la medicina global de su tiempo, su dedicación a la curación y el confort sigue viva en la medicina moderna. Sobre Kan Aiya nadie sabe mucho más.
Fuentes
https://associationofanaesthetists-publications.onlinelibrary.wiley.com/doi/pdf/10.1111/j.1365-2044.1973.tb00549.x
Anaesthesia, 1973, Volume 28, pages 645-652 HISTORICAL NOTE Seishu Hanaoka and his anaesthesiology and surgery* TOM10 OGATA
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/11025965/
New studies on the history of anesthesiology–a new study on Seishu Hanaoka’s «Nyugan Ckiken Roku» (a surgical experience with breast cancer)