La 17º edición de los premios de la Asociación Diálogo ha galardonado a la glacióloga española Mª del Carmen Domínguez y la paleoclimatóloga francesa Valérie Masson-Delmotte
La Asociación Diálogo se dedica a promover la cooperación y la amistad entre España y Francia, y todos los años entrega el Prix diálogo, un premio que se concede a dos personas o empresas, una española y otra francesa, por sus labores en los ámbitos artístico, empresarial, público, cultural o científico.
Este año se ha reconocido la trayectoria de dos mujeres científicas, la glacióloga Mª del Carmen Domínguez (más conocida como Karmenka) y la climatóloga Valérie Masson-Delmotte, por sus investigaciones sobre el cambio climático y el medio ambiente.
La entrega de premios tuvo lugar el 26 de noviembre de forma virtual debido a las restricciones por la COVID-19.
17º Prix Diálogo – Celebración online [AUDIO ESPAÑOL] from Diálogo on Vimeo.
Karmenka es glacióloga, exploradora polar, matemática y divulgadora científica. Desde pequeña tuvo pasión por la ciencia y fue autodidacta, estudió matemáticas pero quiso aplicar su conocimiento a la naturaleza.
Karmenka es la cofundadora de la Asociación GLACKMA, en la que se ha desarrollado un método único en todo el mundo para medir el cambio climático consistente en analizar de forma continua el nivel de las descargas glaciares (el hielo que se pierde en forma de agua cuando se funde el hielo).
Valérie Masson-Delmotte es directora de Investigación en el Laboratorio de Ciencias del Clima y del Medioambiente del Instituto Pierre Simon Laplace en París. Es una de las investigadoras más citadas en publicaciones sobre geociencia, y su trabajo se ha plasmado en más 250 publicaciones. También es autora de libros de divulgación científica para niños y adultos.
«Tanto hombres como mujeres aportamos según nuestra formación y nuestras experiencias, hay que avanzar todos juntos y en común»
Ambas investigadoras coinciden en la participación de las mujeres en la ciencia es clave. «Las dinámicas de grupo en ciencia no son iguales cuando sólo hay hombres o cuando sólo hay personas de una misma nacionalidad, la diversidad es mejor» afirmó Valérie Masson-Delmotte.
Karmenka explorando el interior de un glaciar
Estas mujeres han podido comprobar de primera mano que el cambio climático es real y está ocurriendo. Para Karmenka, una de sus experiencias más impactantes fue comprobar cómo desde 2003 a 2006 se había duplicado el agua producida por las descargas glaciales. Para Valérie la revelación llegó al estudiar para su tesis doctoral y acceder a los datos internacionales sobre la meteorología de cada región del mundo.
«La dificultad es medir cuánto influimos en el medio ambiente cada uno de nosotros. Cuando yo lo pude medir en mi día a día, me di cuenta y tomé medidas», Valérie Masson-Delmotte
Cuando Karmenka habla a los niños en sus charlas en escuelas, explica que «los glaciares son como el hielo de una nevera. Cuando desaparece, ¿qué le ocurre a los alimentos?». La glacióloga afirma que los glaciares dan estabilidad al clima. «El último quinquenio va a ser de los más calurosos de la historia, y si no tenemos temperaturas más altas es por el efecto regulador de los océanos», algo que puede cambiar si se derriten los hielos.
Valérie opina que es fundamental reforzar la educación y la formación medioambiental de las nuevas generaciones así la innovación tecnológica. «Compartir o usar objetos de segunda mano también es algo fantástico para tener un consumo mucho más responsable». Insiste en que en lugar usar construcciones de cemento para impedir las subidas del nivel del mar sería más interesante restaurar los ecosistemas litorales.
«No hay que maquillar la realidad a los niños, si les enseñamos a amar la naturaleza la van a cuidar», decía Karmenka.
Para estas científicas las grandes multinacionales no estaban concienciadas sobre su papel y los cambios que serán necesarios en los próximos años. «Queda mucho por hacer, pero nuestro objetivo fundamental no puede ser lo material, lo económico; hay que cambiar el modelo», indica Karmenka. Por su parte Valérie afirma que no podemos prescindir de la acción de las empresas pero que la presión de los accionistas es fundamental para se produzcan cambios.
