Los chorros de radiación a ambos lados del disco de la Vía Láctea corresponden a erupciones de gas del agujero negro en su centro, que chamuscaron a las estrellas más cercanas
Quizá no sea algo en lo que pienses a menudo, pero el sol es solo una de los miles de millones de estrellas de la Vía Láctea, la galaxia espiral en la que vivimos. Quizá tampoco seas consciente de que en el centro de nuestra galaxia (y de otras galaxias) hay un inmenso agujero negro alrededor del cual orbitan las estrellas.
Por si esto no fuera suficientemente inquietante, este agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea está expulsando dos inmensas burbujas de radiación de Rayos gamma que se extienden cientos de años luz en ambas direcciones perpendiculares al disco de la galaxia.
Estas erupciones de radiación, conocidas como las burbujas de Fermi, por el nombre del telescopio que las detectó. Por si fuera poco, el telescopio de rayos X eROSITA ha revelado que están rodeadas por dos burbujas aún más grandes, que emiten radiación de rayos X. Las burbujas de rayos X se extienden unos 45.000 años luz por encima y por debajo del centro de la galaxia.
El agujero negro supermasivo en el centro de la Vía Láctea está actualmente bastante tranquilo (para ser un agujero negro). Estas burbujas de radiación son vestigios de una actividad violenta en el pasado en la que el agujero expulsó restos de las estrellas que había devorado, como una enorme flatulencia cósmica.
Las erupciones que cambiaron las estrellas cercanas
Hay millones de estrellas que se encuentran dentro de un radio de 1,6 años luz del agujero negro central de la Vía Láctea. Lo curioso es que entre ellas hay pocas gigantes rojas, estrellas que están empezando a agotar su combustible (hidrógeno) y tienen una temperatura menor, de ahí su color.
¿Por qué esta falta de estrellas frías? Los astrofísicos del Centro de Física Teórica de Varsovia tienen una explicación publicada recientemente en el Astrophysical Journal, y las burbujas de radiación tienen que mucho ver.
El agujero negro del centro de la Vía láctea, bautizado como Sagitario A*, lanzó en el pasado un poderoso chorro de gas que arrancó las capas externas de las gigantes rojas, pelándolas como una naranja. Eso transformó las estrellas en gigantes rojas más pequeñas o estrellas más calientes y azules.
Las dos enormes burbujas de rayos gamma indican que hace unos cuatro millones de años el agujero negro tuvo un periodo de actividad violenta cuando algo cayó en él. Afortunadamente estamos lejos de esta fiesta, el centro de la galaxia de la Vía Láctea se encuentra a unos 27.000 años luz de nosotros.
REFERENCIA
Depletion of Bright Red Giants in the Galactic Center during Its Active Phases