A lo largo de su evolución, Papá Noel engordó y se mudó al Polo Norte. Esta es la historia del superhéroe de la Navidad.
En 1809 el escritor Washington Irving escribió una sátira, Una historia de Nueva York, en la que deformó al santo holandés Sinterklaas para nombrarle como Santa Claus.
Sinterklaas fue un obispo que vivió en la antigüedad en la ciudad de Myra (Turquía) y fue famoso por obrar milagros tales como salvar a unos pescadores de un huracán o ayudar a tres prostitutas a salir de la prostitución. También es el protector de los niños, de ahí los regalos.
Más tarde, el poeta Clemente Clarke Moore, en 1823 publicó un poema donde dio cuerpo al actual mito de Santa Claus, basándose en el personaje de Irving.
En ese poema, se hace mención de una versión de Santa Claus enano y delgado, como un duende, pero que regalaba juguetes a los niños en vísperas de Navidad y que se transporta en un trineo tirado por nueve renos incluyendo a Rudolph.
Así engordó Papá Noel
En 1863, Papá Noel adquirió la actual fisonomía de gordo barbudo bonachón con la que más se le conoce. Esto se debe al dibujante alemán Thomas Nast, quien diseño este personaje para sus tiras navideñas en Harpers Weekly. Allí adquirió su vestimenta que se basaba en las de los obispos.
A mediados del siglo XIX el Santa Claus estadounidense pasó a Inglaterra y de allí a Francia, donde se fundió con Bonhomme Noël, el origen de nuestro Papá Noel.
El francés vestía de blanco, con vivos dorados. A finales del siglo XIX, a partir de un anuncio estadounidense de la Lomen Company, nació la tradición de que Papá Noel procedía del Polo Norte y se hicieron populares los renos como medio de transporte.
En el siglo XX la empresa Coca-Cola encargó al pintor Habdon Sundblom que remodelara la figura de Santa Claus/Papá Noel.
El rojo no es de Coca-Cola
La creencia de que el color rojo y blanco de Santa Claus tenga su origen en los anuncios de Coca-Cola empezó a partir de 1931. Hay muchas ilustraciones anteriores al anuncio, como la de Thomas Nasta (1869) o esta ilustración japonesa en la que Santa Claus ya vestía de rojo.
Si bien es cierto que desde mediados de 1800 hasta principios de 1900 no hubo una asignación concreta al color de Santa Claus, y el verde era uno de los más usados. Así que Coca-Cola popularizó el color rojo y blanco, pero no lo inventaron ellos.
Hay quien aún no quiere a Papá Noel
En España hay una campa en contra de Santa Claus y a favor de los Reyes Magos. Bajo el lema de Yo soy de los Reyes Magos, llevaron a cabo acciones de manifestación ante la embajada de Finlandia, reclamando el reinado de los Magos y sus pastorcillos.