Un nuevo estudio ha descubierto la proteína que controla la señal del hambre, y tiene la clave de cómo combatir el sobrepeso y evitar enfermedades cardiovasculares
¿Cómo sabe tu cerebro cuándo tienes hambre o por el contrario te sientes lleno y ya no puedes comer más? Los investigadores del hospital universitario Charité – Universitätsmedizin Berlin han encontrado la respuesta.
Una pequeña proteína, de unos pocos nanómetros de tamaño, funciona en nuestro organismo como un interruptor molecular y determina si sentimos apetito o estamos saciados. Al determinar la estructura 3D de la proteína, los científicos han descubierto las estructuras moleculares de las hormonas con las que interactúa esta proteína, llamada receptor de melanocortina 4 (MC4R).
Gracias a esto, han podido describir los mecanismos moleculares implicados en la activación e inhibición del receptor. Es un hallazgo muy importante, ya que permitiría el desarrollo de fármacos para tratar a pacientes con sobrepeso.
La obesidad es uno de los principales retos mundiales, 1.600 millones de adultos y 650 millones de niños la padecen o están diagnosticados con sobrepeso, que a su vez se relaciona con las enfermedades crónicas cardiovasculares y diabetes tipo 2.
La solución para pacientes con sobrepeso
En el estudio, el equipo dirigido por el Dr. Patrick Scheerer, Jefe de Cristalografía de Rayos X de Proteínas y Transducción de Señales (Laboratorio Scheerer) en el Instituto de Física Médica y Biofísica de Charité, se centró en descubrir cómo actúa el receptor MC4R.
Esta proteína receptora, que se encuentra principalmente en el cerebro, está controlada por hormonas que se pueden unir a ella. de atracón al unirse a ella. La activación de MC4R mediante la estimulación de ciertas hormonas.
Si se trata de la hormona α -MSH (estimuladora de melanocitos) crea una sensación de saciedad. Por el contrario, el antagonista natural de esta hormona, la proteína relacionada con Agouti (AgRP), al unirse al receptor produce una sensación de hambre.
Cuando hay defectos genéticos se puede producir un deterioro en el funcionamiento de esta proteína, lo que a menudo conducen a una obesidad leve o incluso grave.
Los investigadores ya se han planteado nuevas metas. Esperan comprender cómo factores adicionales podrían estar controlando el receptor a nivel molecular. Se han identificado algunos de los factores que interactúan directamente, pero su impacto, sin embargo, el funcionamiento completo está todavía por descubrir.
REFERENCIA
Structures of active melanocortin-4 receptor–Gs-protein complexes with NDP-α-MSH and setmelanotide