El aumento del nivel del mar coloca a las zonas costeras a la vanguardia de los impactos del cambio climático, pero una nueva investigación muestra que también enfrentan otras amenazas relacionadas con el clima. En un estudio publicado en Nature Communications, un grupo de investigadores, liderados por Borja G. Reguero, informan que la energía de las olas del océano ha estado creciendo a nivel mundial, y señalan una asociación directa entre el calentamiento del océano y el aumento de la energía de las olas. Algo bueno para surfistas y malo para las ciudades costeras.
Existe una amplia cantidad de predicciones a largo plazo que llevan la huella digital del cambio climático: el aumento del nivel del mar, el incremento de las temperaturas globales y la disminución del hielo marino. Hasta ahora, los análisis del clima marino habían identificado aumentos en la velocidad del viento y en la altura de las olas. Y estos aumentos han sido mayores en los casos más extremos, como las olas en invierno. Sin embargo, hasta ahora no se había detectado una relación entre el cambio climático a nivel global y el aumento en la altura de las olas en ciertas regiones. En particular en las costas de América del Sur (Brasil, Argentina y Chile), el oeste de México, Canadá y Estados Unidos y el Pacífico. Por su parte, en el litoral español, desde Canarias al Cantábrico y el Mediterráneo, el aumento en el tamaño y la potencia de las olas, no ha sido tan evidente.
El nuevo estudio se centró en la energía contenida en las olas del océano, que se transmite desde el viento y se transforma en movimiento ondulatorio. Esta medida, llamada potencia de onda, ha aumentado en asociación directa con el calentamiento histórico de la superficie del océano. El calentamiento del océano superior, medido como una tendencia creciente en las temperaturas de la superficie del mar, ha influido en los patrones de viento a nivel mundial, y esto, a su vez, está haciendo que las olas del océano sean más fuertes.
«Por primera vez, hemos identificado una señal global del efecto del calentamiento global en las olas – explica Borja G. Reguero, líder del estudio, en un comunicado – . De hecho, la potencia de las olas ha aumentado globalmente en un 0,4% por año desde 1948, y este aumento está relacionado con el aumento de las temperaturas de la superficie del mar tanto a nivel mundial como por regiones oceánicas”.
Comprender cómo la energía de las olas del océano responde al calentamiento oceánico tiene implicaciones importantes para las comunidades costeras, como la anticipación de los impactos en la infraestructura, las ciudades costeras y los pequeños estados insulares. Las olas oceánicas determinan dónde se podrán construir infraestructuras como puertos y dónde serán necesarias nuevas defensas. Cuáles serán las zonas más vulnerables a tsunamis y cuáles pueden convertirse en futuras mecas del surf: Perú y costa oeste de África, entre otras.
Juan Scaliter