El animal terrestre vivo más longevo es una tortuga de tierra llamada Jonathan que cumple ahora 190 años de edad
La tortuga Jonathan se convirtió en 2022 en la tortuga más vieja registrada por la humanidad, al recibir el galardón del Libro Guinness de los Records tras cumplir 190 años. Se ha aceptado que nació en 1832 basándose en registros fotográficos, pero no fue hasta noviembre de este año cuando finalmente se le concedió un cumpleaños oficial.
El cumpleaños de Jonathan fue declarado el 4 de diciembre de 1832 por el gobernador del territorio británico de ultramar, Nigel Phillips, informa Guardian. Se celebró con una fiesta de tres días en su casa de la isla de Santa Elena, en el Atlántico Sur.
La fiesta se celebró en la casa del gobernador y se completó con una tarta de cumpleaños para tortugas. Un merecido homenaje a una criatura que es a la vez el animal vivo más viejo del mundo y la tortuga más vieja de la que se tiene constancia.
Jonathan es una tortuga gigante de las Seychelles (Aldabrachelys gigantea hololissa), y arrebató la prestigiosa corona de las garras de Tu’i Malila, una tortuga radiada que murió a la edad de 188 años en 1965. Técnicamente, su título oficial es el de quelonio más antiguo, un orden de reptiles con caparazón que incluye a todas las tortugas, galápagos y tortugas terrestres.
A falta de documentos oficiales, la edad de la tortuga es una estimación basada en una vieja fotografía que muestra su llegada a Santa Elena desde las Seychelles en 1882. En la foto, Jonathan parece completamente maduro, por lo que probablemente tenga al menos 50 años, lo que sugiere que nació como mínimo en 1832.
En su impresionante paso por la Tierra ha visto desfilar a 39 presidentes de Estados Unidos y por poco no conoció a Napoleón. Su lento ritmo de vida le permitió retrasarse en ciertas actividades, y hasta los 184 años no se bañó.
Aunque lleva los 190 años mejor que ningún animal terrestre, el tiempo empieza a pasarle factura: Jonathon se ha quedado ciego y sin olfato, pero sigue teniendo un apetito abundante, con platos favoritos como los plátanos y los cogollos de lechuga.
Foto: Luke McKernan