Anatomie de la Femme explica con maravillosas ilustraciones el sistema circulatorio, la musculatura, el esqueleto, el sistema nervioso y los órganos reproductivos (con y sin feto). Es una joya de la que solo quedan tres copias en el mundo.
Hoy casi todo el mundo ha visto alguna vez su cuerpo por dentro. Una radiografía del primer hueso roto; la ecografía en 3 D durante el embarazo, con una imagen tan real del feto que hay incluso quien ya le saca parecidos con la abuela… Quizá ya has visto tu primera mamografía, y hayas descubierto que tu pecho se parece a la superficie de la luna. Pero los escaners, resonancias y radiografías son tecnologías recientes. Las primeras miradas al interior tenían que hacerse en autopsias y, para contar lo que descubrían sirvieron las ilustraciones.
Había muchas maneras de hacerlas llegar al público. Incluso se hacían cartas y sellos explicando el sistema circulatorio o el cerebro. Uno de aquellos medios eran los flapbooks, pop ups, o libros troquelados. Permitían ver los órganos internos, sus proporciones y el sistema al que pertenecen.
Uno de los más cuidados es Anatomie de la Femme, publicado alrededor de 1900 en París por Vigot Frères, una firma que se especializó en libros de medicina y también publicó la correspondiente anatomía masculina.
Aunque los flapbooks habían aparecido ya en el 1500, su edad de oro fue a finales del siglo XIX y principios del XX. Pocos sobrevivieron intactos hasta el día de hoy. Solo quedan dos copias de esta edición en Francia, en la Bibliothèque Nationale y en la Bibliothèque interuniversitaire de Santé, y una en la UC San Francisco.
Así, con este cuidado, se contaba en 1900 la anatomía humana.
Publicado en @hominidas
Lorena Sánchez Romero