De acuerdo con una nueva investigación, publicada en Ecology, cuando se trata de esfuerzos de conservación de la vida silvestre, los entornos urbanos podrían ser mucho más útiles de lo que pensamos. Lo resultados muestran que los animales se mueven más rápido a través de hábitats de «baja calidad», lo que podría cambiar la forma en que los conservacionistas piensan sobre la gestión de paisajes para ayudar a las especies en respuesta al cambio climático.
Para ello, señalan los autores liderados por Elizabeth Crone, hay que alcanzar un equilibrio entre promover el movimiento con hábitats de baja calidad (lugares donde una especie puede sobrevivir, pero no tiene todos los recursos que necesita para completar su ciclo de vida) y estimular el crecimiento de la población con zonas de alta calidad. De hecho, los hábitats de baja calidad podrían proporcionar una “excusa” para movilizar a los animales.
El comportamiento subyacente que explica este sorprendente resultado es que cuando los animales se encuentran en un área inhóspita, tienden a hacer movimientos más largos y rectos. Mientras la zona no presente un peligro inminente, pero tampoco produzca una contribución inmediata, su búsqueda de otra área de reproducción tenderá a ser más rápida. Los investigadores utilizaron datos de 78 especies en 70 estudios para mostrar que en el 73% de los casos, los animales se movían más rápido a través de hábitats de «calidad inferior”.
“Nuestros hallazgos – explica Crone – apuntan a la posibilidad de utilizar espacios verdes suburbanos e incluso urbanos como áreas de baja calidad que podrían facilitar la movilización de los animales. Esto tienen un alto potencial de conservación para la vida silvestre”.
Los investigadores esperan que su estudio haga que los responsables de entornos urbanos y suburbanos comiencen a pensar de manera diferente a la hora de crear políticas y espacios aptos para la conservación local.
Juan Scaliter