Hay personas que tienen una lengua geográfica o mapeada y no lo saben. Es una condición que afecta a entre un 1% y un 3% de la población. 

Hay lenguas raras, muy raras. Se trata del único músculo que no está anclado al esqueleto, y es el más flexible del cuerpo. Tiene la exclusiva del gusto. Nada tendría sabor si no existiera la lengua. No es verdad que enrollarla como un tubo sea una condición genética (puedes practicar y acabas lográndolo). Tampoco es cierto que los receptores del sabor (las papilas gustativas) se repartan en áreas distintas de la lengua, así que el mapa de colores de la EGB se desterró de los libros de texto.

Es posible nacer con dos lenguas, y parece que si adelgazas, adelgaza, lo que podría explicar por qué perder peso mejora la apnea del sueño.

Se puede vivir sin lengua. No es esencial para la vida, como el corazón o el cerebro. Pero ella es la base de que existan más de 10.000 variedades de vino en el mundo. Sin lengua, todos los besos serían castos, y el sexo perdería humedad y muchísima de su gracia. En el sexo tocamos con la lengua más que con los dedos.

Una lengua no es un solo músculo. La forman 8. Así que llevas dentro de la boca un sistema muscular muy parecido al tentáculo de un pulpo o la trompa de un elefante.

No se sabe de quién la heredas. Ni si es por parte de padre o de madre por lo que la tuya es más o menos afilada, más o menos flexible, o si despunta con un número de papilas gustativas por encima de la media. Hace años que tratan de recrear una lengua humana artificial, con más o menos éxito.

Aún hay mucho por saber de ella. Pero sí se sabe que las hay especialmente raras.

La rara lengua geográfica

Hay personas que tienen una lengua geográfica o mapeada. Es una condición que afecta a entre un 1% y un 3% de la población, especialmente a mujeres. La superficie de sus lenguas está agrietada, cubierta de surcos que parecen valles y ríos, y círculos como islas repartidos por la lengua con un patrón aleatorio. No hay dos lenguas geográficas iguales. Son lenguas que parecen un mapa geográfico, de ahí su nombre.

A menudo no saben que tienen una lengua geográfica hasta que no visitan a un dentista, porque no dan ningún síntoma. No se ha encontrado que tengan una clara relación con ningún problema de salud, ni hay explicación a si se desarrollan en el embrión o hay alguna causa externa que las convierte en lenguas rotas.

Es posible que formes parte de ese pequeño porcentaje de la población que esconde una de las lenguas más raras del mundo y ni siquiera te hayas dado cuenta. Aquí tienes un ejemplo.