En plena carrera hacia Marte, Rolls-Royce se lanza al ruedo con un microrreactor destinado a reducir el tiempo de viaje por el espacio profundo
El viaje al Planeta Rojo es más complejo de lo que parece, no sólo por el tiempo que se tardará en llegar a Marte, sino también por su viabilidad. Los tripulantes de la nave, con la tecnología actual de propulsión, tendrían que pasar muchos meses en el espacio, sometidos a los terribles efectos de la radiación cósmica en el organismo y la falta de gravedad. Sin embargo, los científicos creen que encontrar una forma de llegar allí en el menor tiempo posible ayudará significativamente a los astronautas y los mantendrá a salvo de los riesgos de los viajes al espacio profundo.
Hasta ahora, los investigadores han estado estudiando usar reactores de fisión nuclear para impulsar tales misiones. El reactor puede reducir el tiempo de viaje de ocho a nueve meses a sólo 45 días, gracias a la propulsión atómica. En última instancia, esto evitaría a los astronautas una exposición prolongada a la radiación.
A Rolls-Royce Micro-Reactor is designed to use an inherently safe and extremely robust fuel form. Each uranium particle is encapsulated in multiple protective layers that act as a containment system, allowing it to withstand extreme conditions.https://t.co/OOc9kBGXDx pic.twitter.com/wkXmZgzhrs
— Rolls-Royce (@RollsRoyce) January 27, 2023
El fabricante de coches de lujo Rolls-Royce, que también fabrica motores para aviones, cree que podría ayudar con un microrreactor, anunciado por primera vez en 2021 como parte de un acuerdo firmado con la Agencia Espacial del Reino Unido. El equipo está buscando y probando actualmente formas de combustible seguras y robustas que puedan soportar el duro entorno del espacio.
Los ingenieros de Rolls-Royce proponen que cada partícula de uranio esté encapsulada en múltiples capas protectoras que actúan como un sistema de contención, lo que les permite soportar las condiciones extremas del espacio con seguridad, según explicaron en un tuit.
Por supuesto, ya se han enviado muchas sondas y robots a Marte, pero por el momento no hay forma viable de que los humanos pisen su superficie. Experimentos y avances como este podrían acercar a la humanidad un paso más al Planeta Rojo.