¿Se debería garantizar a un niño nacido por donación de gametos el acceso a sus orígenes? Un centenar de personas concebidas mediante reproducción asistida y 150 personalidades han firmado en Francia una carta en la que exigen el fin del anonimato de los donantes. “Todo el que lo desee debería poder conocer la identidad de su donante”, dicen.
Los impulsores de este foro son las asociaciones PMAnonyme, que reúne a personas nacidas por gametos de donantes, y ADFH (Asociación de familias homoparentales) y ha querido movilizar a la población antes de la revisión de la ley de bioética prevista para los próximos meses. Entre los firmantes se encuentran los ex ministros Roselyne Bachelot y Dominique Bertinotti, la escritora Annie Ernaux, el psiquiatra Serge Hefez, el historiador Pierre Rosanvallon o el diputado Jean-Louis Touraine, uno de los participantes en el debate sobre la próxima revisión de la ley. Para los procesos ya realizados, los firmantes solicitan un registro voluntario que permita a los antiguos donantes transmitir sus datos.
El anonimato es uno de los pilares de la donación de esperma en la mayoría de los países, pero se está debilitando por el auge de las pruebas de ADN en Internet. En Francia ya han permitido que unas quince personas nacidas gracias a una donación encuentren a su donante al margen de la ley, según PMAnonyme. Una de las personas que ha conseguido llegar hasta su progenitor gracias a un test genético es Arthur Kermalvezen, de 36 años, que ha publicado su historia en su último libro ‘Le fils’.
El ejemplo de otros países
Varios países ya han renunciado al anonimato de la donación de esperma, incluido el Reino Unido, Alemania o los países escandinavos. De acuerdo con una encuesta de Ifop encargada por la asociación ADFH, el 75% de los franceses está a favor de acceder a la identidad del donante. El proyecto de ley de bioética, cuya parte más delicada es la apertura de la donación a las parejas de lesbianas y mujeres solteras, se presentará ante el Consejo de Ministros en julio.
En nuestro país, la Ley de Reproducción Asistida establece que “la donación será anónima y deberá garantizarse la confidencialidad de los datos de identidad de los donantes”. El texto sostiene que los hijos nacidos tienen derecho por sí o por sus representantes legales a obtener información general de los donantes que no incluya su identidad.
Solo excepcionalmente, en circunstancias extraordinarias que comporten un peligro cierto para la vida o la salud del hijo o cuando proceda con arreglo a las leyes procesales penales, podrá revelarse la identidad, “siempre que dicha revelación sea indispensable para evitar el peligro o para conseguir el fin legal propuesto”, señala la ley.
Marian Benito