Los investigadores han creado un detector de estrés que podría usarse en casa y que emplea nanopartículas para determinar los niveles de cortisol en sangre, la hormona del estrés
Utilizando nanopartículas, los investigadores han creado un sensor que detecta selectivamente los niveles de cortisol, un conocido biomarcador del estrés, y es más robusto que los métodos existentes, como los test de saliva. Este dispositivo barato y fácilmente reproducible nos acerca un poco más a las pruebas de estrés desde la comodidad del hogar.
El estrés es una pesadilla para muchas personas. Ya sea causado por el trabajo, las circunstancias de la vida o las finanzas, cuando el cuerpo está estresado libera una oleada de cortisol, las hormonas como el cortisol provocan la respuesta de «lucha o huida», que le mantienen en alerta máxima. Está trillado decir que el estrés contribuye a una mala salud.
Como el cortisol es un conocido biomarcador del estrés, los sensores que miden con precisión sus niveles son importantes para controlar el estrés e intervenir cuando sea necesario. Con este fin, investigadores de la Universidad Xi’an Jiaotong-Liverpool (XJTLU) han utilizado nanopartículas para crear un dispositivo de detección del cortisol barato y preciso.
«Hace tiempo que se busca un dispositivo de análisis en el punto de atención que sea rentable, fácilmente reproducible y fácil de usar y que mida con precisión los niveles de cortisol», afirma Tong Ji, estudiante de doctorado y técnico superior de la XJTLU y autor principal del estudio. «Podría suponer una enorme diferencia para un diagnóstico adecuado y rápido de los niveles de cortisol, mejorando drásticamente la vida de las personas».
Los detectores de cortisol actuales contienen electrodos de plata, que tienden a ser inestables en condiciones extremas en las que la temperatura y el pH fluctúan, lo que significa que los dispositivos tienen una vida útil corta y comercialmente no son tan viables.
Nanopartículas de óxido de iridio
«Los detectores de cortisol actuales tienen electrodos de referencia con una capa de plata que se oxida fácilmente y es inestable en las mediciones electroquímicas», explica Ji. «En este estudio, utilizamos nanopartículas de óxido de iridio para cubrir la capa de plata. Esta modificación mejora la estabilidad, la sensibilidad y la reproducibilidad de la detección de cortisol en dispositivos para puntos de atención.»
Por «punto de atención» se entiende que el análisis se realiza cerca o en las proximidades del paciente, como en casa, en una farmacia o en una clínica médica. Los investigadores descubrieron que la electrodeposición de óxido de iridio (IrOx) en un electrodo de oro proporcionaba una detección ultrasensible del cortisol.
«Es la primera vez que se utiliza el óxido de iridio de esta forma», afirma Qiuchen Dong, profesor adjunto de la XJTLU y coautor del estudio. «Nuestro equipo ha creado un dispositivo de medición del cortisol sencillo y barato que detecta moléculas de cortisol a una concentración 3.000 veces inferior a la normal en la sangre. Esto hace que nuestro dispositivo sea lo suficientemente sensible para su uso comercial».
Otra ventaja del sensor recubierto de IrOx es que puede distinguir el cortisol de otras hormonas similares.
«Un problema de las soluciones actuales es que hay mucha similitud entre el cortisol y otras hormonas como la progesterona, la testosterona y la corticosterona», explica el doctor Graham Dawson, profesor del Departamento de Química de la XJTLU y coautor del estudio. «Esto significa que a los detectores les resulta difícil distinguirlos. Nuestro electrodo modificado con óxido de iridio es lo bastante selectivo para distinguir las distintas hormonas y ayuda a resolver este problema».
El estudio se ha publicado en la revista Talanta.
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