Según un informe de la Universidad de Cambridge, la aviación puede alcanzar emisiones netas cero en 2050 si se toman medidas inmediatas

La Universidad de Cambridge ha publicado hoy un informe pionero en el que se esboza una hoja de ruta de cinco años para ayudar al sector de la aviación a conseguir un impacto climático neto cero en 2050.

A pesar de las ambiciosas promesas de los gobiernos y la industria, el sector de la aviación sigue muy desviado de su objetivo de conseguir cero emisiones netas para 2050. El informe, titulado «Five Years to Chart a New Future for Aviation» (Cinco años para trazar un nuevo futuro para la aviación), esboza cuatro Objetivos de Aviación Sostenible para 2030: medidas concretas y viables que deben iniciarse inmediatamente y completarse en un plazo de cinco años si se quiere que el sector de la aviación esté en el buen camino para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2050.

Los objetivos para 2030 descritos en el informe son:

  • Acelerar el despliegue de un sistema mundial para evitar las estelas de condensación, que podría reducir el impacto climático de la aviación hasta en un 40%. Esto implicaría la creación inmediata de experimentos a escala de regiones enteras del espacio aéreo para aprender en entornos reales.
  • Poner en marcha una nueva oleada de políticas destinadas a mejorar la eficiencia de todo el sector de la aviación. Esto tiene el potencial de reducir a la mitad el consumo de combustible para 2050 aprovechando las mejoras de eficiencia que las compañías individuales no pueden abordar.
  • Reformar las políticas de combustible de aviación sostenible (SAF) para tener en cuenta los límites globales de biomasa en todos los sectores, impulsando al mismo tiempo la producción de electricidad renovable. Esto proporcionaría al mercado la confianza necesaria para aumentar rápidamente la producción de SAF y garantizar su sostenibilidad.
  • Lanzar varios programas de demostración de tecnologías «moonshot» diseñados para evaluar rápidamente la viabilidad y escalabilidad de tecnologías transformadoras, adelantando el calendario para su despliegue.

El informe subraya que si estas acciones se inician inmediatamente y se completan en un plazo de cinco años, el sector de la aviación puede encaminarse hacia la consecución de emisiones netas cero para 2050.

Reducir a la mitad el consumo de combustible para 2050

El informe ha sido elaborado por el Aviation Impact Accelerator (AIA), un proyecto dirigido por la Universidad de Cambridge y auspiciado por el Whittle Laboratory de la Universidad y el Cambridge Institute for Sustainability Leadership (CISL). El informe se presentará a los líderes del sector en actos organizados por la Iniciativa de Mercados Sostenibles en el marco de la Semana del Clima de Nueva York.

El Whittle Laboratory es un centro de investigación líder mundial especializado en vuelo y energía. Colabora con las principales industrias del mundo para desarrollar tecnologías de emisiones bajas y cero. El CISL es un instituto líder mundial que apoya a empresas y gobiernos para avanzar hacia una economía sostenible.

El profesor Rob Miller, Director del Whittle Lab, afirma: «La aviación se encuentra en un momento crucial, muy parecido al de la industria automovilística a finales de la década de 2000. Por aquel entonces, los debates giraban en torno a los biocombustibles como sustitutos de la gasolina y el gasóleo, hasta que Tesla revolucionó el futuro con los vehículos eléctricos. Nuestro plan quinquenal está diseñado para acelerar este punto de decisión en la aviación, situándola en la senda para alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2050».

En palabras de Eliot Whittington, Director Ejecutivo del Cambridge Institute for Sustainability Leadership: «Con demasiada frecuencia, los debates sobre cómo conseguir una aviación sostenible oscilan entre el optimismo excesivo sobre los esfuerzos actuales de la industria y la catalogación catastrofista de los males medioambientales del sector. El modelo del Acelerador del Impacto de la Aviación se ha basado en las mejores pruebas disponibles para demostrar que hay grandes retos que superar si queremos conseguir un vuelo neto cero a gran escala, pero que es posible. Si los gobiernos y las empresas se centran en ello y cambian su ambición, podremos superar los obstáculos, conseguir vuelos sostenibles y, al mismo tiempo, crear nuevas industrias y apoyar un cambio económico más amplio».

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