El calentamiento global podría aumentar la amenaza que suponen los grandes buques para los tiburones ballena, según un nuevo estudio 

Los tiburones ballena son fascinantes por su enorme tamaño, su piel azulada constelada de manchas blancas, su comportamiento pacífico y su capacidad para filtrar miles de litros de agua mientras se alimentan de diminutas criaturas, siendo los peces más grandes del mundo.

Los investigadores de la Universidad de Southampton y de la Marine Biological Association (MBA) predicen que el aumento de la temperatura de los océanos hará que esta especie, ya en peligro de extinción, se vea obligada a desplazarse a nuevos hábitats atravesados por rutas marítimas muy transitadas.

El estudio predice que la coexistencia de tiburones ballena y grandes buques podría ser 15.000 veces mayor a finales de siglo que en la actualidad.

La autora principal del estudio, la Dra. Freya Womersley, de la Universidad de Southampton e investigadora postdoctoral de la MBA, afirma: «Estos cambios en el hábitat de los tiburones ballena fueron más extremos en los escenarios de emisiones elevadas. Un reajuste global podría provocar pérdidas del hábitat principal en algunas zonas, así como una mayor coocurrencia con el tráfico marítimo a medida que se calientan los océanos y cambian otras variables».

Especialmente sensibles a la temperatura

tiburón ballena

Un tiburón ballena nadando. Gonzalo Araujo

Los tiburones ballena son muy móviles y sensibles a los cambios de temperatura. Según datos recientes, también son especialmente vulnerables a las colisiones con buques, en las que grandes animales marinos son golpeados y heridos, a menudo mortalmente, por grandes buques de la flota mundial.

Los investigadores utilizaron datos de seguimiento por satélite de tiburones ballena junto con modelos climáticos globales para proyectar la distribución de los tiburones ballena en tres escenarios climáticos futuros diferentes.

Los modelos proyectan pérdidas de hábitat de más del 50% en algunas aguas nacionales para 2100 en un escenario de altas emisiones (en el que seguimos dependiendo en gran medida de los combustibles fósiles), con las mayores pérdidas potenciales en Asia. En un escenario de desarrollo sostenible (en línea con el objetivo de no más de 2 ºC de calentamiento global), algunas zonas mostraron un aumento del hábitat central, sobre todo en Europa.

«Es probable que los cambios que predecimos sean menos extremos si somos capaces de frenar el calentamiento y mitigar el cambio climático, lo que sugiere que incluso los impactos complejos y multifactoriales del cambio climático pueden aliviarse en cierta medida con nuestras acciones», afirma el profesor David Sims, coautor e investigador principal de la Universidad de Southampton y MBA.

El equipo combinó los mapas de distribución con información sobre la densidad del tráfico marítimo para determinar si estos cambios de hábitat harían que los tiburones ballena se desplazaran en el futuro a zonas más transitadas, lo que podría aumentar la probabilidad de colisiones con embarcaciones.

Descubrieron que algunos de los nuevos hábitats adecuados coincidían con rutas marítimas muy transitadas. Este era el caso de la parte estadounidense del Océano Pacífico Norte, la parte japonesa de los mares orientales de China y la parte sierraleonesa del Océano Atlántico Norte, entre otros muchos lugares del mundo.

En algunas zonas, como la parte mexicana del Golfo de México, se registró una reducción de la coocurrencia, ya que los hábitats centrales se desplazaron hacia aguas más costeras, lejos de las concurridas rutas marítimas del centro del Golfo.

El profesor Sims afirma: «La coocurrencia global de buques aumentó en todos los escenarios climáticos futuros, incluso si el transporte marítimo se mantuviera en los niveles actuales, en lugar de su expansión prevista de hasta un 1.200% para 2050».

Womersley añade: «Demostramos que el cambio climático puede afectar indirectamente a las especies marinas de gran movilidad por la interacción de las presiones humanas y ambientales. Esto subraya la importancia de tener en cuenta el cambio climático en los debates sobre la gestión de las especies amenazadas».

REFERENCIA

Imagen: Tiburón ballena con lesión en la aleta dorsal, probablemente causada por la colisión con una embarcación. Crédito: Gonzalo Araujo / Fundación para la Investigación y Conservación Marinas