Un estudio en 11 países revela que la mayoría de la población, incluida la de las zonas más afectadas por el cambio climático, no entiende el término «justicia climática»

Investigadores de la Facultad de Psicología de la Universidad de Nottingham dirigieron un estudio en el que se encuestó a 5.627 adultos de 11 países (Australia, Brasil, Alemania, India, Japón, Países Bajos, Nigeria, Filipinas, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido y Estados Unidos) para evaluar su familiaridad con el concepto de justicia climática. Se trata del primer estudio que examina la comprensión pública del cambio climático fuera de Europa y Norteamérica. La investigación se ha publicado en Nature Climate Change.

Los resultados demuestran que el reconocimiento básico de las injusticias sociales, históricas y económicas que caracterizan la crisis climática es común en todo el mundo, aunque la gente no relacione conscientemente esta comprensión con el concepto de justicia climática.

Qué es la justicia climática

La justicia climática engloba en general el reconocimiento de que (1) los efectos del cambio climático se dejan sentir de forma desigual en la sociedad; (2) los grupos más afectados suelen ser los que menos voz tienen en la selección y aplicación de las respuestas sociales al cambio climático, y (3) los procesos de elaboración de políticas relacionadas con el cambio climático no suelen reconocer los intereses legítimos de las comunidades sin voz política, lo que contribuye a una mayor privación de derechos de los grupos marginados. Se trata de un marco que permite a quienes participan en la formulación de políticas identificar y abordar las múltiples formas en que la crisis climática se entrecruza con patrones de injusticia social de larga data.

Los investigadores descubrieron que dos tercios de los habitantes de estos países nunca habían oído hablar de la justicia climática. La mayoría de los encuestados apoyaba las creencias relacionadas con la justicia climática, como que los más pobres sufren las peores consecuencias del cambio climático (78% de acuerdo), que los habitantes de las comunidades más afectadas deberían tener más voz en las decisiones sobre el cambio climático (78%) y que el capitalismo y el colonialismo son elementos subyacentes de la crisis climática (70%). La adhesión a estas creencias relacionadas con la justicia climática también se asoció positivamente con la participación en acciones climáticas y el apoyo a políticas climáticas justas.

El Dr. Charles Ogunbode, profesor adjunto de Psicología Aplicada en la Universidad de Nottingham, dirigió la investigación: «Tener en cuenta la justicia climática a la hora de responder a un clima cambiante es clave para orientar nuestras sociedades hacia soluciones que sean justas y equitativas. Resulta irónico que la investigación tienda a limitarse a lo que la gente de las regiones más prósperas cree sobre el cambio climático y la justicia climática. Los ciudadanos de los países de primera línea, es decir, los vulnerables al clima, se limitan en gran medida a ser los sujetos del discurso climático, en lugar de participantes activos. Este discurso desequilibrado coincide con las desigualdades que caracterizan al propio cambio climático».

«Al revelar el amplio respaldo de los principios de justicia climática en todo el mundo, esperamos que los defensores del clima aprovechen nuestra investigación para seguir presionando a los responsables políticos y a los líderes para que promulguen respuestas justas a la crisis climática».

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