El jaguar ha demostrado que la moda de los selfies no va con él y menos cuando la obsesión humana lleva a invadir su espacio. Es lo que ocurrió en la tarde del sábado en el zoológico Litchfield Park de Arizona, en Estados Unidos. Una joven de 30 años, de visita con su madre, quiso hacerse una foto con el animal y este atacó. Testigos del incidente aseguran que la víctima saltó la barrera de seguridad y se coló en el recinto del felino para conseguir un selfie con él. La imprudencia llevó a esta visitante al hospital con desgarros en el brazo, pero sin que se temiera en ningún momento por su vida.
No merece sacrificio
Aunque se ha abierto una investigación, los responsables del zoológico han anunciado que no será sacrificado ni se tomará ninguna represalia. «Podemos prometer que no le pasará nada a nuestro jaguar», han asegurado. «Es un animal salvaje y hay barreras adecuadas para mantener a nuestros visitantes a salvo. No es culpa del jaguar que alguien cruce las barreras”.
El jaguar, el felino más grande de América, está en peligro de extinción. Quedan unos 64.000 ejemplares. Su desaparición desencadenaría una serie de catástrofes naturales puesto que impulsaría el crecimiento incontrolado de la población de animales herbívoros que erosionarían las tierras. La erosión provocaría a su vez cambios climáticos y, como consecuencia, un aumento de huracanes, según una valoración de la directora de Panthera México, Diana Friedeberg.
Marian Benito