El agua podría perjudicar las próximas misiones espaciales a la Luna. Así lo ha señalado un estudio de la Academia China de Ciencias en el Congreso de Ciencia Planetaria de Europa, celebrado en Roma.
China, que pretende lanzar en 2013 una sonda, la Chang’e-3, ve con inquietud este problema. El año pasado se descubrió un fino rocío de agua que cubre nuestro satélite. Los científicos chinos creen que las moléculas vaporizadas por la luz solar podrían distorsionar las observaciones de telescopios como el ultravioleta que portará la sonda y que funcionará sobre la cara iluminada por el Sol. Los telescopios lunares mejorarían en principio las observaciones espaciales, ya que no tendrían nubes como en la Tierra y la actividad sísmica es baja.
Uno de los responsables del estudio, Zhao Hua, explica que han recalculado la cantidad de moléculas de hidroxilo que podrían estar presentes en la atmósfera lunar y han descubierto que podrían ser dos o tres veces superior a lo pensado.
Redacción QUO