El próximo 30 de noviembre partirá de Cabo Cañaveral la primera cápsula privada que llevará mercancías a la Estación Espacial Internacional. Tras ser puesta en órbita por el cohete Falcon 9, la sonda Dragon se acoplará a la ISS nueve días más tarde y regresará después a la Tierra. Este vuelo constituirá así el primer paso en el proceso de privatización de parte de los servicios de la NASA y marcará un cambio significativo en el rumbo de la exploración espacial.
Ya antes de finalizar el programa de sus transbordadores espaciales, la agencia estadounidense había anunciado su intención de derivar a la empresa privada la tarea de desarrollar nuevos vehículos de transporte espacial. Para ello, ha establecido un programa de ayudas económicas a varias compañías.
La primera de ellas en demostrar que está haciendo bien los deberes será Space Exploration Technologies Corp. más conocida como SpaceX, que ha elaborado tanto el cohete Falcon 9, como la cápsula Dragon.
Si la misión se completa con éxito, SpaceX podría convertirse en la primera candidata a obtener un contrato de la NASA para que la Dragon empiece a asumir las tareas realizadas hasta ahora por los transbordadores espaciales. De momento, los americanos tienen un acuerdo con la agencia rusa para alquilar sus Soyuz como medio de transporte hasta la ISS.
Para obtener la licencia de este vuelo de pruebas, SpaceX ha llevado a cabo dos vuelos con éxito del Falcon 9 y poner en órbita y recuperar la Dragon, una operación que tuvo lugar el pasado mes de diciembre.
Pilar Gil Villar