En la lista de las criaturas más extrañas, junto a las hormigas zombis, hay que agregar una más: las hormigas recolectoras de cabeza. Y no, no se trata de un truco ni de una segunda interpretación de cabeza o recolectar: son insectos que conservan cabezas de sus enemigas como trofeos.
Esa es la conclusión de un estudio, publicado en Insectes Sociaux, y liderado por Adrian Smith. La investigación describe las estrategias químicas y de comportamiento de una hormiga de Florida, Formica archboldi, que decora su nido con las partes del cuerpo desmembradas de otras especies de hormigas.
Todo comenzó en 1958, poco después de que esta hormiga fuera descrita como una especie. Los expertos señalaron algo extraño al respecto de ellas. Sus nidos eran el hogar de una colección de cabezas decapitadas de hormigas mandíbula trampa (del género Odontomachus), conocidas como feroces depredadores de insectos y que no se caracterizan por ser presas fáciles para otras hormigas. Desde entonces, los investigadores han especulado que F. archboldi heredaba los viejos nidos de aquellas…o que era un depredador más especializado de lo que se creía.
Y resultó que la opción correcta era la última.
“Lo más probable – explica Smith – es que estas cabezas de hormigas no estuvieran en los nidos de F. archboldi por casualidad y que hubiera una biología interesante detrás de esta historia”.
Al investigar esta rareza entomológica, Smith se sorprendió al descubrir que F. archboldi imita químicamente a la presa de las hormigas de mandíbula trampa y usa lo que normalmente se conoce como defensa química (un spray de ácido fórmico en este caso), como un arma mortal contra las hormigas de mandíbula trampa.
Al usar grabaciones de video de alta velocidad, Smith descubrió que los ataques de F. archboldi involucran una rociada dirigida de ácido fórmico que rápidamente inmoviliza a sus enemigas.
«El hallazgo científicamente sorprendente de este estudio fue que estas hormigas químicamente combinan o imitan los perfiles químicos de dos especies de hormigas de mandíbula trampa – concluye Smith –. Es realmente inusual que una especie de hormiga muestre tanta variación en la firma química. Además, el mimetismo químico suele ser una táctica utilizada por los parásitos sociales, pero no hay evidencia de que F. archboldi sea una especie parasitaria. Formica archboldi es la especie de hormiga con mayor diversidad química que conocemos ”.