La razón por la que el jurado decidió concederle el premio es “su papel fundamental en el desarrollo del emprendedor social como motor para la transformación social y económica de los países”. Formado en las universidades de Harvard (EEUU) y Oxford (Reino Unido), Bill Drayton trabajó en los inicios de su carrera en la consultora McKinsey y la Agencia de Protección Medioambiental de EEUU. Su convicción de que todos podemos aportar nuestro grano de arena para combatir los grandes problemas del mundo propiciando cambios en nuestro entorno le llevó a acuñar el término “emprendedor social”. Con él define a quienes detectan un problema y ponen en marcha una solución original para cambiar las cosas.
Para impulsar este tipo de actitudes, Drayton fundó en 1981 la organización Ashoka, que desde entonces ha proporcionado financiación y servicios de apoyo profesional a más de 3.000 emprendedores sociales de más de 70 naciones. En España, trabajan en ámbitos tan diversos como el apoyo a víctimas de abuso sexual infantil, el impulso a la agricultura ecológica, el papel de los hombres en la lucha por la igualdad de género o la humanización de las prisiones, entre muchos otros.
En esta entrevista por correo electrónico, Drayton nos explica cómo funciona esta asociación y cuál es su visión del camino para llegar a su objetivo final: contribuir a cambiar el mundo.
¿Qué caracteriza al emprendedor social?
Los Emprendedores Sociales poseen dos atributos sobresalientes: una idea innovadora que produzca un cambio social significativo y una visión emprendedora a la hora de realizar sus proyectos. Son individuos que poseen la visión, la creatividad y la determinación tradicionalmente asociada a los emprendedores de negocios, pero su motivación es la de generar un cambio social profundo y duradero y no el beneficio económico.
¿En qué ámbitos se mueven esos proyectos?
Ni Ashoka ni el programa Jóvenes Changemakers tienen un área de trabajo predeterminada. Lo que importa y lo que se valora dentro de los criterios de selección es que sean proyectos que tengan un impacto real en el entorno social de los emprendedores, que produzcan cambios sistémicos en la sociedad y sean innovadores.
¿Qué tipo de apoyo es el que les ofrece Ashoka?
Tras superar un proceso de selección que dura entre seis y ocho meses y en el que participa una veintena de personas de distintos puntos del mundo, se invita al candidato a formar parte de Ashoka. Los Emprendedores Sociales seleccionados reciben tres tipos de apoyo. Por un lado el apoyo económico, si es necesario, en forma de estipendio durante tres años, para que la persona se pueda dedicar al 100% al desarrollo de su idea. Además le ofrecemos apoyo profesional para ayudarle a cubrir las necesidades de desarrollo y expansión de su idea y finalmente, y quizá lo más importante, le ofrecemos formar parte de una red de iguales.
Desde el primer día que un Emprendedor Social de Ashoka es elegido y durante toda su carrera, se le invita a beneficiarse y a contribuir a la comunidad mundial de Ashoka, la comunidad de emprendedores sociales líderes en el mundo. Los Emprendedores Sociales de Ashoka se ayudan mutuamente y colaboran juntos de múltiples formas y desde lo más local hasta lo global.
No podemos olvidar que Ashoka desarrolla también otros programas, como por ejemplo Jóvenes Changemakers que apoya a grupos de jóvenes con inquietudes sociales. Ashoka les ofrece formación para que pongan en marcha un emprendimiento social y les ayuda en su ejecución con capital semilla y acompañamiento.
¿Cuáles son los criterios de selección?
El proceso de selección es extremadamente riguroso. Sabemos exactamente lo que buscamos. Como resultado, los Emprendedores Sociales de Ashoka en todos los continentes alcanzan el mismo nivel de impacto (más de la mitad han cambiado la legislación nacional a los cinco años del lanzamiento de sus proyectos).
Los criterios de selección son cinco. En primer lugar buscamos personas con una solución innovadora a un problema social, que cambiará los patrones de trabajo y conducta en un campo de acción determinado. Los demás criterios que medimos son: la creatividad, tanto en la definición de metas como en la manera de resolver los problemas que surgen a lo largo del camino, la calidad emprendedora del individuo, el potencial de impacto social de su iniciativa y finalmente una cuestión muy subjetiva, pero que para nosotros es muy importante, que es la calidad ética de la persona. Si queremos que el Emprendedor sea un modelo a imitar, y consiga convencer a otros para hacer las cosas de otra manera, debe ser una persona en la que se puede confiar.
Su fundación fomenta el uso de métodos y herramientas característicos de la empresa privada y la colaboración con ésta, ¿por qué este acercamiento entre dos mundos tradicionalmente separados?
Las empresas tienen, hoy en día, la oportunidad de colaborar con el sector ciudadano para dar soluciones a gran escala a algunos de los problemas sociales más graves en la actualidad. Aquellos que ni el sector privado, ni el público, ni el sector ciudadano han podido solucionar por sí solos hasta ahora.
La colaboración entre empresas y emprendedores sociales puede dar soluciones de mercado a estos problemas sociales a una escala no vista desde la revolución industrial. Estas soluciones alcanzarán a todo el mundo, pero especialmente a los cuatro billones de personas que no forman parte de la economía formal.
El potencial de estas alianzas entre el sector privado y los emprendedores sociales se basa en la complementariedad de las fuerzas de ambas partes. El mundo de los negocios puede aportar escala, conocimiento, experiencia industrial y de operaciones y financiación. Los emprendedores sociales y las organizaciones del sector ciudadano pueden ofrecer modelos de bajo coste, fuertes redes sociales y un mejor conocimiento y comprensión de los potenciales clientes y usuarios.
Los emprendedores sociales intervienen en muchos ámbitos que hasta ahora han estado a cargo de las instituciones ¿qué supone este cambio?
La crisis financiera y económica que todos estamos sufriendo refleja un mundo de instituciones rígidas que no pueden hacer frente a la situación actual. ¿Puede el mundo pretender regular un sistema financiero global a través de los organismos reguladores nacionales que operan siguiendo las leyes escritas en la década de 1930, la última gran crisis financiera?
Para superar esta situación el rápido crecimiento del emprendimiento es clave en la respuesta. El explosivo crecimiento del Emprendimiento Social en los últimos 30 años es importante por dos razones:
¿Por qué apoyar a las personas y no los proyectos?
Yo creo firmemente que la fuerza más poderosa del mundo es una idea capaz de cambiar patrones en manos de un gran emprendedor. Esto es válido para cualquier sector y en cualquier momento.
El principal motor subyacente en nuestra época es el cambio, cuya tasa de crecimiento sigue escalando de forma exponencial. Y así crece también el número de personas que provocan estos cambios. Y quizá lo más importante sean las combinaciones cada vez más ricas de personas que promueven los cambios. Y las combinaciones de las combinaciones de estas personas. En este mundo, los sistemas básicos de la sociedad, que todavía tendemos a dar por supuestos, en realidad cambian cada vez más rápidamente. Y con cada cambio se provocan más cambios en otras partes de los sistemas de la sociedad.
¿Cómo se financia Ashoka?
Ashoka no acepta fondos de ningún gobierno en ningún país. Los fondos provienen aproximadamente un tercio desde América del Norte, otro tercio desde Europa, y el resto de Asia, África y América Latina.
Nuestras tres principales fuentes de financiación son: emprendedores de negocio, que quieren tener un impacto social tan grande como el que han tenido en los negocios, comunidades de la diáspora y personas que entienden lo poderoso que es el emprendimiento social y que quieren que el mundo cambie.
¿Qué importancia tiene el emprendedor social en este momento de crisis?
La crisis financiera y económica que todos estamos sufriendo refleja un mundo de instituciones rígidas que no pueden hacer frente a la situación y bajo el punto de vista de Ashoka el Emprendimiento Social es clave en la respuesta para salir de ella.
En momentos de crisis, o en países donde las necesidades básicas están sin cubrir y son los propios ciudadanos los que tienen que cubrirlas, los incentivos para emprender son algo mayores. Sin embargo, sin el contexto, el apoyo, la confianza y los ejemplos de éxito, es difícil que alguien se anime a intentarlo.
En Ashoka estamos convencidos que una sociedad solo puede ser exitosa y sana si aprovecha todo el potencial de sus ciudadanos. Sólo puede subsistir si permite a sus ciudadanos florecer, contribuir, participar en hacerla un poco mejor. Si una sociedad consigue que todos sus ciudadanos sean impulsores de cambio.
Pilar Gil Villar
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