Es cierto que esta fruta contiene una sustancia llamada ‘amigdalina’ que fomenta la síntesis de cianuro cuando entra en contacto con las enzimas intestinales, pero también lo es que pasan por el sistema digestivo sin que la amigdalina sea liberada. Habría que masticar las semillas de las manzanas para que la amigdalina llegase a la sangre y, aun así, no causarían mucho daño. Se ha calculado que la cantidad de sustancia necesaria para matar a un adulto de 70 kilos se liberaría tras comer, bien masticadas, unas 150 semillas.
Redacción QUO