La Antártida no siempre fue un yermo paraje congelado: hace 250 millones de años, estaba cubierta de bosques y ríos, y la temperatura rara vez descendía a cifras bajo cero. Esto propició que sea el hogar de diversos animales, incluidos los parientes tempranos de los dinosaurios.
Ahora, un grupo de científicos liderados por Brandon Peecook, acaba de descubrir al miembro más nuevo de esa familia: un reptil del tamaño de una iguana cuyo nombre, Antarctanax shackletoni, significa rey de la Antártida e incluye un guiño al explorador polar Ernest Shackleton.
Su descripción se ha publicado en el Journal of Vertebrate Paleontology.
“Este nuevo animal era un arcosaurio, un pariente temprano de cocodrilos y dinosaurios – explica Peecook en un comunicado – . Se parece un poco a un lagarto, pero evolutivamente, es uno de los primeros miembros de ese gran grupo. Sus huesos nos cuenta cómo evolucionaron y se propagaron los dinosaurios y sus parientes más cercanos”.
Aunque el esqueleto fósil está incompleto, los paleontólogos aún tienen una buena percepción de esta nueva especie. Basándose en sus similitudes con otros fósiles, el equipo de Peecook suponen que Antarctanax era un carnívoro que cazaba insectos, parientes primitivos de mamíferos y anfibios.
Sin embargo, lo más interesante de Antarctanax es dónde vivió y cuándo. “Cuanto más descubrimos sobre la Antártida prehistórica, más extraña es – añade Peecook –. Pensamos que los animales antárticos serían similares a los que vivían en el sur de África, ya que esas masas de tierra estaban unidas entonces. Pero estamos descubriendo que la vida silvestre de la Antártida es sorprendentemente única”.
Aproximadamente dos millones de años antes de que viviera Antarctanax, un parpadeo en tiempos geológicos, la Tierra sufrió la mayor extinción masiva: desapareció el 90% de toda la vida animal. Los años inmediatamente posteriores fueron una evolución libre para todos: nuevos grupos de animales compitieron para llenar los vacíos. Los archosaurios, incluidos los dinosaurios, fueron uno de los grupos que experimentaron un enorme crecimiento.ç
El hecho de que hayamos encontrado a Antarctanax ayuda a reforzar la idea de que la Antártida fue un lugar de rápida evolución y diversificación después de la extinción masiva.
“Cuantos más tipos diferentes de animales encontremos, más aprendemos sobre el patrón de los archosaurios tomando el control después de la extinción en masa – concluye Peecook –. La Antártida es uno de esos lugares en la Tierra, como el fondo del mar, donde todavía estamos en las primeras etapas de exploración. El Antarctanax es nuestra pequeña parte del descubrimiento de la historia de la Antártida”.
Juan Scaliter