Los huevos de gallina se utilizan en todo el mundo en grandes cantidades en las industrias alimentaria, pero aparte hay decenas de otras industrias que los utilizan: en productos médicos, para hacer pinturas, confeccionar envases, cosméticos… El problema es que después de usarlos las cáscaras se desechan como residuos biológicos y nos olvidamos de ellas.
Esta cáscara consiste en un compuesto de carbonato de calcio y una membrana rica en proteínas. Ahora un equipo liderado por Maximilian Fichtner asegura que las cáscaras de huevo podría convertirse en una importante alternativa para almacenar energía. El estudio se ha publicado en Dalton Transactions.
“Sorprendentemente – explica Fichtner en un comunicado –, hay ejemplos constantemente nuevos en los que se encuentra que las sustancias naturales se adaptan bien o incluso muy bien para producir materiales para sistemas de almacenamiento electroquímico”.
Fichtner descubrió las prometedoras propiedades electroquímicas de las cáscaras de huevo capaces de almacenar litio gracias a su gran proporción de CaCO3. Para comprobarlo los expertos utilizaron polvo fino de cáscara de huevo como electrodo y descubrieron que la célula construida con este material mantenía una excelente capacidad de retención: el 92% durante más de 1000 ciclos de carga y descarga.
De acuerdo con los autores es la primera vez que los residuos biológicos se han utilizado como electrodos. Ahora, se necesitan más investigaciones y una comprensión detallada del comportamiento electroquímico y físico del material para mejorar su rendimiento y permitir un uso generalizado.