Hasta ahora se observaba cierta semejanza entre Ultima Thule, el asteroide más alejado jamás explorado por el ser humano, y un muñeco de nieve. Los nuevos datos que ha enviado la sonda de la NASA New Horizons, además de proporcionar una mejor comprensión de la formación de este objeto distante del Cinturón de Kuiper, sugiere un asombroso parecido al monstruo Frankenstein, tal y como han advertido los científicos de la NASA.
La sonda partió el 1 de enero de 2019 hacia Ultima Thule, un pequeño asteroide de 33 kilómetros de largo y 20 de ancho descubierto por los telescopios en 2014. Se encuentra a solo 6,5 miles de millones de kilómetros del sol. Durante su breve paso sobre la estrella, la nave registró miles de imágenes y una cantidad de datos que se envían gradualmente a la Tierra. Cada nueva información aporta a la NASA una nueva complejidad. Aunque en las primeras imágenes se comparó su forma a la de un muñeco de nieve, en las tomas siguientes se comprobó que los dos lóbulos conectados no eran esféricos. Uno parecía una tortita achatada y el otro una nuez abollada, según explicó el equipo de News Horizons en una conferencia de prensa el 18 de marzo de 2019.
Ultima Thule se encuentra navegando en el corazón del Cinturón de Kuiper, más allá de la órbita de Neptuno, en una región con decenas de miles de cuerpos helados como él. Las imágenes del asteroide provienen del instrumento LORRI (Long Range Recognition Image), el mismo que captó sorprendentes fotografías de Plutón y de su luna Caronte durante la primera fase de la misión New Horizons. Su resolución ofrece una oportunidad sin precedentes de investigar la superficie de Ultima Thule, considerado, además del más lejano, el objeto más antiguo encontrado por una nave espacial. Poco a poco, los científicos van teniendo una idea de su formación, geología y composición.
Una geología muy compleja
Mientras, Kirby Runyon, científico de New Horizons del Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins, en Maryland, y su equipo están describiendo y tratando de comprender muchas de las características de la superficie de Ultima Thule, desde puntos y parches brillantes, hasta colinas y valles, cráteres y fosas. Los cráteres, aunque a primera vista parecen cráteres de impacto, podrían tener otros orígenes. No se descarta que sean cráteres de pozo, donde el material se drena hacia las grietas subterráneas, o un resultado del paso del hielo sólido a gas. La depresión más grande es el cráter de Maryland.
En color y composición, los datos de New Horizons revelan que Ultima Thule se parece a muchos otros objetos encontrados en su región del Cinturón de Kuiper. Es de un rojo muy intenso, más incluso que Plutón. «Esta es la primera vez que se explora uno de estos objetos ultra rojos, y nuestras observaciones abren todo tipo de preguntas nuevas», dijo Carly Howett, otro de los miembros del equipo científico de New Horizons. «La imagen en color incluso revela diferencias sutiles en la coloración en toda la superficie, y realmente queremos saber por qué». En verano de 2020 el equipo espera haber recopilado todos los datos enviados por la sonda y empezar a despejar todas la dudas.