Esto se debe a los movimientos de libración lunar, un conjunto de movimientos de oscilación que presenta la Luna con respecto a un observador en la Tierra. Dependiendo de en que parte del hemisferio esté este observador, se verá de una forma u otra.
Existen tres formas de libración: de latitud, longitud y diurna; esta última es la causada por la rotación de la Tierra. Galileo Galilei descubrió la libración de la Luna, aunque él la llamó entonces «titubeo».
Publicación de la sección #Quonectados del nº 200
Redacción QUO