El Premio Nobel de Química de este año es medianamente fácil de entender. ¿Cómo observar qué ocurre exactamente durante una reacción química si ésta dura a veces unos milisegundos? Pues creando simulaciones informáticas en las que pueda verse «a cámara lenta» cómo los electrones saltan del núcleo de un átomo al de otro.
Los tres investigadores galardonados, Martin Karplus, Michael Levitt y Arieh Warshel (dos de ellos trabajan en EEUU y uno en Francia), comenzaron en la década de 1970 a crear rudimentarios programas informáticos que pudieran reproducir esos momentos cruciales «en cada uno de sus pasos», reza el veredicto del jurado, y así, poder prever otras reacciones inéditas entre elementos. El Instituto Karolinska ha querido reconocer el enorme trabajo que han ahorrado desde entonces estos científicos al resto de sus colegas, y el gran impulso que han dado a la investigación química y a la de la física cuántica.
Gracias a sus modelos (que así los llaman) se han podido describir procesos tan importantes como la fotosíntesis vegetal o contribuir a la fabricación de los catalizadores de los tubos de escape en automóviles.
Redacción QUO