El austríaco Maximilian Haider y los alemanes Harald Rose y Knut Urban han obtenido el Premio BBVA Fronteras del Conocimiento 2013 en la categoría de Ciencias Básicas por haber inventado un tipo de microscopio que permite observar con detalle cómo interaccionan los átomos. Con su ayuda, hemos podido contemplar virus, reducir el tamaño de los microchips para crear, por ejemplo, teléfonos móviles, investigar el grafeno o realizar avances decisivos en biología molecular.
Hacia 1989, el campo de la microscopía se encontraba ante un parón tecnológico: cuando se quería observar algo a escala atómica, las propias lentes provocaban una deformidad de la imagen conocida como aberración. Sin saber que algunas instituciones de EEUU habían tirado la toalla en la búsqueda de una solución al problema, Harald Rose presentó en un congreso una hipótesis que podía resolverlo.
Entre el público se hallaban Haider y Urban. Convencidos de que la propuesta de Rose era válida, le propusieron formar un equipo para desarrollarla. Gracias a la financiación de la Fundación Volkswagen, pusieron en marcha un engranaje intelectual que daría sus frutos ya en 1997: Rose desarrolló su idea, Haider la transformó en un prototipo y Urban lo adaptó para que resultara de utilidad en la ciencia de materiales.
En 2003 ya se comercialializaban aparatos basados en su técnica, denominada microscopía electrónica de transmisión con corrección de aberración. Su resolución llegaba al picómetro, la billonésima parte del metro. La capacidad de contemplar el mundo subatómico nos permitió ir conociendo qué comportamientos se escondían tras cada propiedad de la materia: qué hacen los átomos del cobre para dotarlo de conductividad, o a qué se debe la dureza de un diamante. A partir de esas recetas, se comenzó a replicarlas en laboratorios y fábricas, y la tecnología y la biomedicina se han beneficiado así de una nutrida generación de nuevos materiales.
A pesar de que cuestan hasta cuatro millones de dólares, ya hay varios cientos de sus microscopios en todo el mundo, dos de ellos en España.
Su técnica “es hoy clave en muchas áreas de la ciencia aplicada y fundamental”, según destaca el acta del jurado, presidido por Theodor W. Hänsch, director de Espectroscopía Láser del Instituto Max-Planck de Óptica Cuántica (Alemania) y premio Nobel de Física en 2005. En la misma se destaca también el trabajo en equipo de los tres científicos.
Los tres físicos han coincidido en manifestar su sorpresa por la concesión del galardón, y Haider ha destacado las ventajas de su propuesta respecto a otra que también consigue ver átomos: la microscopía de efecto túnel. Mientras esta última se queda en las partículas situadas en la superficie de una muestra “nosotros vemos a traves del material. Podemos detectar las posiciones de los átomos, medirlas con una precisión de 50 picómetros”.
La ceremonia de entrega del premio, dotado con 400.000 euros, un diploma y un símbolo artístico, tendrá lugar en Madrid el próximo 30 de junio.
Pilar Gil Villar