Los alimentos transgénico no gozan de muy buena reputación entre el público. Eso lo sabe casi todo el mundo. Tal vez por ello, los científicos están barajando la posibilidad de llevar a cabo nuevas formas de manipulación genética (buscando eso si, fines que siempre resulten positivos) que no provoquen tanto rechazo.
La propuesta más novedosa e interesante la han realizado un equipo de investigadores italianos de la Universidad de Turín y el Instituto Agrario San Michele. En un artículo publicado en la revista Trends of biotecnhnology, abogan por la posibilidad de mejorar el genoma de las frutas, pero evitando siempre introducir genes extraños a las mismas. «El simple hecho de evitar la introducción genes foráneos hace que los cultivos modificados genéticamente sean más naturales que los cultivos trasngénicos obtenidos mediante la inserción de genes extraños», declara Chidananda Nagamangala Kanchiswamy, uno de los autores del trabajo y cuyo nombre, por cierto, no suena muy italiano. Y es que, la investigación, aunque auspiciada por organismos del país latino, ha contado con la colaboración de científicos de la India.
La edición del genoma de la fruta ya es posible hoy gracias a la existencia de nuevas herramientas como las denominadas CRISPRy TALEN, que permiten realizar retoques genéticos diseñados para aumentar o disminuir las cantidades de los ingredientes naturales que producen las células de las plantas.
«Nos gustaría que la gente entienda que la mejora de cultivos a través de la biotecnología no se limita solo a los transgénicos», añade Nagamangala. «La transferencia de genes foráneos fue el primer paso para mejorarlos, pero ya es posible utilizar la biotecnología de una formas más natural para un futuro sostenible en la agricultura”
Redacción QUO