La chispa de un relámpago, el polvo interestelar o un volcán submarino pudieron ser los causantes del nacimiento de la vida en el planeta…pero, ¿qué sucedió después? La vida puede existir sin oxígeno, pero no sin nitrógeno para la arquitectura de los genes, esenciales para todos los organismos. La capacidad para utilizar el nitrógeno atmosférico se pensaba que surgió unos dos mil millones de años atrás. Pero investigadores de la Universidad de Washington han retrocedido bastante más en el tiempo.
“Teníamos la idea de que la antigua atmósfera terrestre en el planeta – explica Roger Buick, profesor de la Universidad de Washington y uno de los responsables de la investigación –era una tenue capa encima de la Tierra y que no fue hasta que comenzó la fijación del nitrógeno que la biosfera se convirtió en algo mucho más grande y diverso. Nuestro trabajo muestra que no hubo crisis de nitrógeno en los primeros tiempos de la Tierra y que por lo tanto esta pudo albergar una gran diversidad de vida”.
De acuerdo con el trabajo publicado en la revista Nature, los investigadores analizaron 52 muestras de rocas de entre 2.750 y 3.200 millones de años de antigüedad, recogidas en Sudáfrica y Australia. Se trata de los testimonios líticos más remotos en el tiempo y mejor conservados del planeta. Estas rocas se formaron de los sedimentos depositados en los márgenes continentales, eso significa que están libres de cualquier influencia que podría causar la cercanía con volcanes submarinos. Debido a su edad, son anteriores a los tiempos en los cuales el planeta obtuvo su riqueza de oxígeno. Todo ello los convierte en libros al pasado con información vital sobre la génesis de la biosfera. El resultado de los análisis efectuados en estas rocas mostró evidencias químicas de que la vida estaba utilizando el nitrógeno en el aire.
Para Eva Stüeken, también autora del trabajo, “Este proceso es realmente tan viejo y complicado, y es increíble que haya estado operando de la misma manera durante 3.200 millones de años. Creo que es fascinante”. El hallazgo sería una evidencia indirecta de que la Tierra estaba habitada hace ya 3.200 millones de años. Y teniendo en cuenta que nuestro planeta se formó unos 4.500 millones de años atrás, las prisas de la vida por afincarse aquí, parecen ser mucho mayores de lo que se creía hasta ahora.
Redacción QUO