Por definición, la mayoría de las lentes son curvas. De hecho, su etimología indica que viene de la palabra lentis en latín, lenteja. Así una lente plana no es más que una ventana sin ninguna capacidad especial. O lo era hasta hace poco. Expertos de la Escuela de Ingeniería y de Ciencias Aplicadas de la Universidad de Harvard han creado una completamente plana. Se trata de un sustrato de cristal y pequeñísimas antenas de silicio. Cuando la luz brilla sobre estas, se curva instantáneamente (en lugar de hacerlo de modo gradual, al pasar a través de la lente). El índice de la curvatura se puede programar por anticipado, mediante un algoritmo, para servir a cualquier propósito.
Con este ingenio se consigue algo sumamente complejo de lograr con una lente fina como el agua: la luz, en diferentes longitudes de onda (es decir en colores), responde de modo distinto según la superficie. Esto impedía utilizar ópticas planas para longitudes de onda muy amplias. Básicamente, si la lente era plana, no se podían registrar adecuadamente los colores. Las antenas de silicio curvan la luz mucho más rápido y programadas específicamente, permiten observar con mayor nitidez todos los colores.
Esta técnica cambiará por completo la tecnología de realidad virtual, el diseño de monitores, telescopios, lentes fotográficas y hasta lentillas. El trabajo fue publicado en la revista Science.
Redacción QUO