Un equipo multidisciplinar de la Universidad de Harvard ha utilizado un pliegue fundamental en el arte del origami como ladrillo para poder crear prácticamente cualquier pieza tridimensional con ellos. La afirmación puede parecer peregrina o rebuscada, pero este antiguo arte japonés ya ha sido utilizado por la ciencia para crear refugios, antenas solares, baterías y hasta drones.
En esta ocasión, el equipo liderado por L. Mahadevan se ha basado en trabajos previos realizados con el pliegue conocido como Miura-ori, utilizado desde el siglo XV para adornar prendas de vestir. La ventaja de este pliegue es que puededoblarse hasta convertirse en una estructura plana y para desplegarse le basta un solo movimiento, lo que lo convierte en ideal para transportar grandes cargas en poco espacio.
Mahadevan desarrolló un algoritmo capaz de crear diferentes formas tridimensionales utilizando el pliegue Miura-ori y pequeñas variaciones de este. El algoritmo identifica una forma y realiza un cálculo de cuantos pliegues y en qué orden deberían realizarse para obtener dicho objeto. Luego las instrucciones se imprimen en una hoja con los pliegues señalados, listos para “usar o crear”.
“Las posibilidades de plegar, transportar y desplegar – explica Mahadevan –que presentan los objetos realizados con este sistema son muy atractivas para enviar cargas al espacio, cirugía laparoscópica o pequeños robots. Imagina un estent que se despliega una vez ubicado en el interior de la arteria obstruida. Lo más interesante es que esto se puede hacer a cualquier escala, desde hojas de grafeno, de un átomo de espesor, hasta proyectos arquitectónicos”. El trabajo ha sido publicado en Nature Materials.
Juan Scaliter