Mide poco más de 4 centímetros, pero es el animal que mayores distancias recorre en vuelo según un estudio realizado por biólogos de la Universidad Rutgers. Se trata de la libélula Pantala flavescens, cuyos miembros se han encontrado en Canadá, Japón, Corea y Sudamérica.
Lo que llevó a concluir que se trata de migraciones y no de poblaciones locales es el análisis genético. “Es la primera vez que se analizan los genes de insectos para saber cuan lejos viajan – explica Jessica Ware, una de las responsables del estudio publicado en PlosOne –. Si las Pantala de Norte América solo se reprodujeran con las de América del Norte y las de Japón con las de Japón, encontraríamos resultados genéticos diferentes entre ambos grupos. Pero no vemos esas diferencias, lo que sugiere que esos mismos genes se difunden a lo largo de una gran área geográfica”.
De acuerdo con los expertos, la razón detrás de esta capacidad de vuelo se debe a la evolución. “Las alas de estas libélulas – señala Ware – han evolucionado para aumentar su superficie, lo que les permite dejarse llevar por los vientos: primero se impulsan y luego planean durante largos períodos, utilizando muy pocos recursos energéticos”.
Las Pantala migran persiguiendo la humedad (fundamental para su reproducción), de la estación seca de la India a la húmeda africana, algo que, de acuerdo a lo observado en el laboratorio, hacen una vez por año. Para Ware estos viajes son “una misión suicida” ya que muchas mueren en el periplo, pero mientras sobrevivan suficientes, la especie continuará. Un par de semanas después que los huevos eclosionen, el grupo multigeneracional vuelve a emprender el viaje. A veces este se realiza en etapas y otras es un largo planeo que llega a cubrir más de 4.400 millas, casi 7.100 kilómetros. Hasta ahora se pensaba que los insectos que mayor distancia cubrían eran las mariposas monarca, que recorren en cada migración unos 4.000 kilómetros.
Todavía serán necesarias algunas investigaciones para aclarar ciertas dudas, pero queda claro que esta libélula es una rareza “sobre todo teniendo en cuenta que otras de su especie apenas se desplazan diez metros del lugar donde nacieron, en toda su vida”, concluye Ware.
Juan Scaliter