Unos 250 millones de años atrás no fue un buen momento para visitar la Tierra: erupciones volcánicas, cambio climático, aumento de los niveles del mar…Todo ello provocó extinciones tan masivas que la que se llevó por delante a los dinosaurios es apenas un guijarro en una playa a su lado. Los océanos sufrieron las peores secuelas: un 96% de las especies que marinas se extinguieron. Durante mucho tiempo, los expertos especularon que los primeros reptiles marinos surgidos tras este holocausto, evolucionaron lentamente, pero un reciente descubrimiento pone esa noción en tela de juicio.
En un artículo publicado en Scientific Reports, paleontólogos estadounidenses, italianos, chinos y británicos, describen un nuevo reptil marino, Sclerocormus parviceps, similar a un ictiosaurio.
Estos animales convivieron con los primeros dinosaurios y si hubiera que definirlos fácilmente se podría decir que eran una quimera anabolizada entre dinosaurios y delfines: hocico largo y en forma de pico y poderosas aletas en la cola. Pero el S. parviceps es la oveja negra de los ictiosaurios: hocico corto y aletas triangulares y una cola larga como un látigo. Por si fuera poco su boca no tenía dientes y, se cree, que usaría su hocico corto para absorber los alimentos.
“Este fósil –explica Olivier Rieppel, uno de los autores del estudio a EurekaAlert – nos muestra que los reptiles marinos similares al ictiosaurios evolucionaron y se diversificaron rápidamente al final del período Triásico Inferior. No tenemos muchos fósiles de reptiles marinos de este período, por lo que esta muestra es importante porque sugiere que hay diversidad que no se había descubierto todavía. El modelo evolutivo de Darwin, consiste en cambios pequeños y graduales durante un largo período de tiempo. Pero aquí ráfagas cortas de muchos cambios, a pasos agigantados”.
De acuerdo con el estudio, el hallazgo es importante porque, según los autores, actualmente también estamos ante una extinción masiva, causada por los humanos. Comprender la evolución y la respuesta ante eventos catastróficos de la naturaleza nos permitirá saber qué esperar del futuro. Y cómo reaccionar.
Juan Scaliter