Gracias a una serie de huesos encontrados en Alcoota en el Territorio del Norte de Australia, un grupo de paleontólogos ha logrado descubrir detalles de la vida íntima de la que probablemente fue el ave más grande en habitar nuestro planeta, el Dromornis stirtoni. Los machos de esta especie alcanzaban los tres metros de altura y, aunque el promedio de su peso era de 480 kilos, muchos sobrepasaban los 600. De acuerdo a las conclusiones, publicadas en Journal of Vertebrate Paleontology, se trataba de un animal orientado a la familia, formaban parejas de por vida,ambos sexos defendían agresivamente los nidos y el cuidado de las crías era compartido.
«Fue probablemente el ave más grande que jamás haya vivido. Con un peso promedio de 480kg, que era más de diez veces el peso de un emú – explica uno de los autores del estudio, Warren Handley, de la Universidad de Flinders –. Con su altura formidable y gran tamaño, sobre todo de los machos que pueden haber superado los 600 kg, eran capaces de proteger a los polluelos de depredadores como los leones marsupiales que habitaban esta región hace 8 millones de años”.
La clave para distinguir las características de género y de cría fue el hallazgo de varios huesos en una zona de nidada. Inicialmente, las diferencias de tamaño entre los huesos llevaron a los investigadores a considerar si se trataba de dos especies diferentes, pero el descubrimiento del hueso medular, un tipo especializado de tejido que se encuentra sólo en los huesos huecos de las hembras antes de que pongan huevos, les permitieron identificar los huesos más pequeños como pertenecientes a hembras.
Las secciones de los huesos fueron enviados a Sudáfrica para su análisis por la especialista en histología Anusuya Chinsamy-Turan. “Fue una sorpresa encontrar que cuatro de los pájaros de la muestra – señalaChinsamy-Turan– tenían hueso medular. Este descubrimiento fue una verdadera primicia ya que ahora podremos decir con certeza que estas aves ponían huevos”.
Juan Scaliter