Una nueva investigación realizada por expertos de la Universidad de Surrey y publicada en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society arroja una nueva luz sobre un fenómeno que se consideraba imposible: la presencia de cientos de agujeros negros en un cúmulo globular de estrellas.
Los cúmulos globulares son conjuntos esféricos de estrellas (entre 100.000 y un millón) que orbitan alrededor de un centro galáctico, como nuestra Vía-Láctea. El equipo de la Universidad de Surrey, liderado por Miklos Peuten, ha recurrido a imágenes obtenidas con el telescopio Hubble y a simulaciones informáticas avanzadas, para ver lo invisible: la existencia de agujeros negros en este sistema.
“Debido a su naturaleza – explica Peuten –, los agujeros negros son imposibles de ver con un telescopio, ya que no los fotones no pueden escapar. Para encontrarlos, buscamos el efecto gravitatorio que provocan en el entorno. Mediante observaciones y simulaciones fuimos capaces de detectar los indicios de su paradero y así ver lo invisible”.
Los agujeros negros son al menos dos veces más grande que el Sol, y se forman durante el colapso gravitacional de estrellas masivas, al final de sus vidas. Anteriormente se pensaba que casi todos estos agujeros negros serían expulsados del cúmulo debido a los efectos de la explosión de la supernova, durante la muerte de una estrella.
“Nuestro trabajo – añade Mark Gieles, coautor del estudio – está destinado a ayudar a responder preguntas fundamentales relacionadas con la dinámica de las estrellas y los agujeros negros y las ondas gravitacionales observadas recientemente. Estas sonproducto de la fusión de dos agujeros negros. Si nuestra interpretación es correcta, los núcleos de algunos cúmulos globulares puede ser el lugar donde se produce la fusión de los agujeros negros”:
Para Peuten, “esta investigación es interesante, ya que pudimos observar el espectáculo de toda una población de agujeros negros utilizando simulaciones por ordenador. Los resultados muestran que los cúmulos globulares como NGC 6101, que siempre fueron considerados aburridos, son en realidad los más interesantes y que posiblemente cada uno que albergue cientos de agujeros negros. Esto nos ayudará a encontrar más aún”.
Juan Scaliter